Tuvo un susto de muerte... así habría descrito con posterioridad el momento, pero sin ser exacto, porque el susto llegó después. Experimentó más bien un asombro de muerte.Durante cinco o diez segundos tal vez –a él se le antojó una eternidad- permaneció con la mano en el pomo y el pie levantado, como congelado sobre elumbral de su puerta, sin poder retroceder ni avanzar. Entonces se produjo un pequeño movimiento.
Y afuera porque la paloma se apoyó sobre el otro pie o porque sólo se esponjó un poco, la cuestión es que una pequeña sacudidarecorrió su cuerpo y al mismo tiempo se cerraron sobre su ojo dos párpados, unodesde abajo y otro desde arriba, que en realidad no eran párpados, sino más bienuna especie de trampa de goma que, como dos labios surgidos de la nada, setragaron el ojo. Por un momento, desapareció. Y ahora fue cuando Jonathan seestremeció por el susto y sus cabellos se erizaron de puro terror. Entró en suhabitación y cerró la puerta antes de que el ojo de la paloma volviera a abrirse.Puso la cerradura de seguridad, dio, tambaleándose los tres pasos hasta la camay se sentó temblando, con el corazón desbocado. Tenía la frente helada y notabael sudor en la nuca y a lo largo de la columna vertebral.Su primer pensamiento fue que ahora sufriría un infarto cardíaco o unataque de apoplejía o un colapso circulatorio, para todo lo cual estás en la edadcrítica, pensó, a partir de cincuenta años basta el menor motivo para unadesgracia semejante. Y se dejó caer de lado sobre la cama y estiró la colcha para tapar sus hombros trémulos, a la espera del doloroso espasmo, de las punzadasen la región del pecho y los hombros (había leído una vez en su diccionario mé-dico de bolsillo que tales eran los síntomas inconfundibles del infarto) o de lalenta pérdida del conocimiento. No ocurrió, sin embargo, nada parecido. Loslatidos del corazón se calmaron, la sangre volvió a fluir con regularidad por lacabeza y los miembros, y no aparecieron los síntomas de parálisis típicos de laapoplejía. Jonathan podía mover los dedos de pies y manos y hacer muecas,contrayendo el rostro, una señal de que todo funcionaba más o menos bien tantoorgánica como neurológicamente.En lugar de esto se arremolinó en su cerebro una masa caótica de pensamientos sombríos, como una bandada de cuervos negros, y oyó gritos yaleteos en su cabeza y «¡estás acabado -algo graznó-, eres viejo y estás acabado!Dejas que una paloma te dé un susto de muerte, una paloma te hace volver a tuhabitación, te derriba, te retiene prisionero. Morirás, Jonathan, morirás, si no enseguida, muy pronto, y tu vida habrá sido un error, tú la habrás estropeado de- jando que una paloma la trastorne, tienes que matarla, pero no puedes hacerlo,no puedes matar ni una mosca, bueno, una mosca sí, precisamente una mosca sí,o un mosquito o un escarabajo pequeño, pero nunca una criatura de sangrecaliente, un ser de sangre caliente y una libra de peso como una paloma, antesmatarías a tiros a un ser humano, pim pam, se hace de prisa, sólo produce un pequeño agujero de ocho milímetros, es limpio y está permitido, en legítimadefensa está permitido, artículo uno del reglamento para el personal armado delcuerpo de vigilancia, incluso se ordena, nadie te haría ningún reproche simataras a un hombre, pero, ¿una paloma? ¿Cómo se mata a tiros una paloma?Una paloma revolotea, es fácil errar el tiro, se trata de un acto brutal, está prohibido disparar contra una paloma, te retiran el arma, pierdes el puesto detrabajo, te meten en la cárcel por matar a tiros una paloma, no, no puedesmatarla, pero tampoco puedes vivir con ella, jamás, ningún hombre puede vivir donde habita una paloma, una paloma es el compendio del caos y la anarquía,una paloma revolotea de modo incontrolable, clava las garras y pica los ojos,una paloma lo ensucia todo continuamente y esparce bacterias destructoras y elvirus de la meningitis, una paloma no se queda sola, atrae a otras palomas, seaparea y procrea a una velocidad vertiginosa, un ejército de palomas te asediará,ya no podrás abandonar tu habitación, te morirás de hambre, te ahogarás en tus propios excrementos, tendrás que lanzarte por la ventana y estrellarte contra laacera, no, serás demasiado cobarde, te quedarás encerrado en tu habitación y pedirás socorro a gritos, llamarás a los bomberos para que acudan con escalerasy te salven de una paloma, ¡de una paloma!, serás el hazmerreír de la casa, detodo el barrio, "¡Mirad a Monsieur Noel! -exclamarán, señalándote con losdedos-, ¡"Mirad cómo se hace salvar de una paloma!", y te encerrarán en unaclínica psiquiátrica: ¡oh, Jonathan, Jonathan, tu situación es desesperante, estás perdido, Jonathan!».
Hola! sabés cuál es el texto o novela policial que se lee en el programa de la noche de la radio? no lo encuentro...
ResponderEliminarMuy bueno el blog!
Gracias,
Romina.
Mario acaba de leer esto:
ResponderEliminarEl contenido y el significado de la muerte humana se esclarecen en buena medida a partir de la inmortalidad que el hombre espera y proyecta más allá de la muerte. El hombre resiste la muerte con vehemencia no sólo por la natural repugnancia que experimenta ante el sufrimiento, ante la degradación de la vida terrena que precede el trance final, sino más bien por la profunda aspiración que experimenta hacia la inmortalidad, hacia el quedarse para siempre, sentimientos que se desvanecen ante la invasora destrucción que supone la muerte. En el soliloquio To be or not to be, el Hamlet de Shakespeare habla de aquel «pavor de un algo después de la muerte [“the dread of something after death”]. Una tierra no descubierta, desde la cual ningún caminante ha podido volver» [Hamlet III, 1, 78]. «Y si yo temo el morir», decía Nicolas Malebranche, «esto es porque sé bien lo que voy a perder, y no sé nada de lo que tendré» [Malebranche: 1984]. Toca a la muerte «cambiar la vida en destino», observaba André Malraux [Lorizio 1994: 22].
«No tengo miedo a la muerte», decía en un ocasión el escritor Jorge Luis Borges. «He visto morir a muchas personas. Pero tengo miedo a la inmortalidad. Estoy cansado de ser Borges» [Borges 1981; cf. Stewart 1993]. Así el autor del cuento reencarnacionista El Inmortal dio expresión gráfica a una experiencia común de todos los tiempos. Esta misma intuición la han tenido los grandes filósofos de la inmortalidad, Platón y san Agustín. Platón llamó a la inmortalidad un «terrible peligro» [Phaedo 107c4]. Y san Agustín dijo que «una vez que hayas llegado a saber que eres inmortal —¿estás seguro que eso te basta? Eso será algo grande; pero para mí no es suficiente» [Soliloquia II, 1].
En efecto, el “evento” de la muerte, como tal, puede presentarse como algo relativamente transitorio: doloroso, quizás por ser desconocido; problemático, sobre todo porque introduce al hombre en su destino final. Pero la muerte es más que ese evento. Por un lado, con la muerte se da comienzo a una posible plenitud inmortal que el hombre anhela profundamente (o a un vacío imperecedero, que teme con todo su ser), y por el otro lado la misma muerte parece mofarse de este deseo y promesa. Con todo, el destino último del hombre, su inmortalidad, la que sea, es el horizonte que da sentido a su vida terrena y mortal, y por ende a su muerte, que se hace presente como una frontera entre esta vida y la del más allá. Dicho de otro modo, ni la muerte ni la vida terrena se explican por sí solas; son comprendidas en plenitud sólo a la luz de aquella vida inmortal, de gracia o de desgracia, de plenitud o de vacío, que al hombre le espera después de muerto. Es decir: el significado de la muerte se revela a la luz de aquella inmortalidad que el hombre proyecta y espera.
Lo saqué esta página: http://www.philosophica.info/voces/muerte-inmortalidad/Muerte-inmortalidad.html
Espero que sirva, saludos.
Bonder: que bueno tu comentario, todavia no lei el texto, m encantó el tipico coqueteo Borgiano exaltando Borges no es nadie la excesiva humildad del artistaa que se sabe unico y a la vez nada una dualidad entre ser DIos y juguetes de Dioses- siempre hay un DIos mas alto que vos Dios mas Alto que tu Dios. " Estoy cansado de ser Borges y San Agustin tenia todo muy calro en su exegesis profeso muchos cultos hasta que convino igual que Agrippa que el Cristianismo es lo mas cercano a la verdad osea Jesus ese ser supremo Dios Hecho carne-hombre.
EliminarPor otro lado creo es así cuando sabes que sos inmortal todo sentido cotidiao y domesticco pierde sentido solo queres recordar solo queres volver a tocar y a estar con quienes viniste a buscar.
lo que alienta al hombre frecuente a hacer las cosas de todos los dias a tomar el subte todos los dias ( bueno justo esta semana no Ja) a ir a la oficina 30 años en la misma hora y llegar a la casa y recibir el mismo saludo y los mimso reproches y un amor desvencijado una vez por semana - con suerte- sin entusiasmo ni pasion que torna bizarro y anemico con la misma mujer que ya no es la misma pero ha profundizado sus falencias entonces es la misma empeorada, es justamente el setido de finnitud el saber que un dia no vas a tener la oportunidad de hacer mas eso poruqe vas a morir.
Pero cuando descucbriste la inmortalidad nada de eso ya nada tiene sentido - quizas dejarle un buen pasar a tus hijos por si volves a nacer cerca de ellos- conocer la inmortalidad es vivir desesperado poruqe estas vivo y lo vas a estar siempre poruqe tun alma retorna y retorna para volver a fundirte con las almas de los que fuiste ( upsss y esto? ) con los cuerpos de los que amaste poruqe tun alma es solo una parte de cada uno de ellos- Maria Irigoyen- si buscas por ahi adan mis blogs- gracias por el link de la página ahora lo veo.que pases bien este domingo hibrido de siempre-
lo que paso hoy a la mañana en vorterix, me hizo poner la piel de gallina...
ResponderEliminarEl audio del texto de hoy "el fantasma" lo tenés acá:
Eliminarhttp://www.vorterix-rock.blogspot.com
anonimo: que paso ese dia en vorterix? por el fantasma? no tiene nada de extraordinario el una alegoria al hombre gris- en mi opinion- paso otra cosa ? contame! please- gracioas-
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