Por Anónimo
Aquella tarde, había comprado a una vieja un remedio garantizado al cien por cien. Él no solía confiar en estos productos. Había probado tantos, pero este, le daba una corazonada.
Así, cumpliendo paso por paso el recetario de la anciana, se desnudó, salió al balcón y recibió el frío húmedo de la noche invernal. Allí esperó a estar completamente bañado por la luz de la luna llena, se pintó unos círculos rojos en el pecho y se roció el cráneo con el milagroso crecepelos.
Aquella noche durmió intranquilo, a la espera del resultado, con las primeras luces del amanecer, se lanzó hacia el cuarto de baño, allí se agarró con avidez al espejo y observó su rala cabellera… un asomo de decepción y humillación le abatió su corazón, se daba por vencido, un último vistazo a su bola de billar y… pero ¿que es eso oscuro que asoma por toda mi cabeza?…una pelusilla empezaba a brotar cual espuma en el baño. Con una asombrosa rapidez, la pelusilla se convirtió en pelo. Él no cabía en sí de gozo, el pelo comenzó a crecer descontroladamente, un pelo fuerte, negro y rizado que como una planta se deslizaba cabeza abajo. Lo terrible fue cuando el pelo empezó a introducirse en los oídos, al principio le hacía cosquillas y gracias, luego al intentar quitarse esos molestos pelos, sus dedos quedaron atrapados en ellos, la presión que ejercía sobre su cráneo hizo que los ojos saltaron de sus órbitas y en ellas se alojaron matas de pelos, gritó, pero sus gritos pronto quedaron ahogados por una pelambrera que le asfixió
Fuente
En FB hay un grupo en donde posteo tus publicaciones. se llama VORTERIX ROCK 103.1
ResponderEliminarTe extrañamos y Mario TB ;)
Hola, ayer Mario leyó el primer capítulo del libro Caín de Saramago.
ResponderEliminarLoco, ayer Mario te trató de vago porque no pusiste los relatos durante los feriados.
ResponderEliminarCuando te empiece a pagar por esto, reclamale que te pague doble los feriados si quiere que labures.
Un abrazo