Había una vez una oruga chiquita que vivía en un bosque. A pesar de su lento andar, tomo coraje y emprendió un largo camino.
Recorrió algunos metros, por supuesto, que en un tiempo mayor al de cualquier otro habitante del bosque, ya que solo podía caminar “a paso de oruga”.
lunes, 30 de abril de 2012
jueves, 26 de abril de 2012
26/04/2012 - El fantasma
Por Marc E. Boillat
Esta es la historia de un joven que no podía dormir casi nunca puesto que un fantasma espectral le aparecía en sueños y le angustiaba revelándole todos los secretos más íntimos que él albergaba, demostrándole así que lo sabía todo acerca de él.
El joven estaba desesperado, hasta el punto que llegó a detestar el momento de acostarse pese al cansancio acumulado. Había visitado doctores y psicólogos, había confesado su problema a amigos, lo había intentado todo, pero sin resultados: el espectro seguía presentándose cada noche y le recordaba todos los rincones más íntimos y dolorosos.
Esta es la historia de un joven que no podía dormir casi nunca puesto que un fantasma espectral le aparecía en sueños y le angustiaba revelándole todos los secretos más íntimos que él albergaba, demostrándole así que lo sabía todo acerca de él.
El joven estaba desesperado, hasta el punto que llegó a detestar el momento de acostarse pese al cansancio acumulado. Había visitado doctores y psicólogos, había confesado su problema a amigos, lo había intentado todo, pero sin resultados: el espectro seguía presentándose cada noche y le recordaba todos los rincones más íntimos y dolorosos.
miércoles, 25 de abril de 2012
25/04/2012 - Señoras y señores, usen protector solar
Por Mary Schmidt
Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: usen protector solar. Los científicos han comprobado los beneficios a largo plazo del protector solar… mientras que los consejos que les voy a dar no tienen ninguna base confiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. He aquí mis consejos:
Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: usen protector solar. Los científicos han comprobado los beneficios a largo plazo del protector solar… mientras que los consejos que les voy a dar no tienen ninguna base confiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. He aquí mis consejos:
25/04/2012 - Entre mi tía y yo
Por Fray Mocho
Fué un secreto que siempre quedó entre yo y mi tía Candelaria, la razón que esta tenía para decir con una sonrisa de aquellas que eran de su exclusiva propiedad, cada vez que mis padres hablaban de la carrera a que me dedicarían
Fué un secreto que siempre quedó entre yo y mi tía Candelaria, la razón que esta tenía para decir con una sonrisa de aquellas que eran de su exclusiva propiedad, cada vez que mis padres hablaban de la carrera a que me dedicarían
— Háganlo estudiar para cura... ¡tiene condiciones!
¡Cuánto tormento, cuánto rato amargo me hizo pasar esta frase que con toda dureza me reprochaba una mala acción!
Hoy, que tanto me separa de entonces, no me es desagradable referir la triste aventura que influyó más a que yo me ordenara y que muchas veces me hizo renegar hasta de la vida, siendo generadora de aquel dicho burlesco que a mí me encendía la sangre.
¡Cuánto tormento, cuánto rato amargo me hizo pasar esta frase que con toda dureza me reprochaba una mala acción!
Hoy, que tanto me separa de entonces, no me es desagradable referir la triste aventura que influyó más a que yo me ordenara y que muchas veces me hizo renegar hasta de la vida, siendo generadora de aquel dicho burlesco que a mí me encendía la sangre.
martes, 24 de abril de 2012
24/04/2012 - Los amigos
Por Julio Cortázar
(Final del juego, 1956)
En ese juego todo tenía que andar rápido. Cuando el Número Uno decidió que había que liquidar a Romero y que el Número Tres se encargaría del trabajo, Beltrán recibió la información pocos minutos más tarde. Tranquilo pero sin perder un instante, salió del café de Corrientes y Libertad y se metió en un taxi. Mientras se bañaba en su departamento, escuchando el noticioso, se acordó de que había visto por última vez a Romero en San Isidro, un día de mala suerte en las carreras. En ese entonces Romero era un tal Romero, y él un tal Beltrán; buenos amigos antes de que la vida los metiera por caminos tan distintos.
(Final del juego, 1956)
En ese juego todo tenía que andar rápido. Cuando el Número Uno decidió que había que liquidar a Romero y que el Número Tres se encargaría del trabajo, Beltrán recibió la información pocos minutos más tarde. Tranquilo pero sin perder un instante, salió del café de Corrientes y Libertad y se metió en un taxi. Mientras se bañaba en su departamento, escuchando el noticioso, se acordó de que había visto por última vez a Romero en San Isidro, un día de mala suerte en las carreras. En ese entonces Romero era un tal Romero, y él un tal Beltrán; buenos amigos antes de que la vida los metiera por caminos tan distintos.
lunes, 23 de abril de 2012
23/04/2012 - A la deriva
Por Horacio Quiroga
El hombre echó una veloz ojeada a su pie, donde dos gotitas de sangre engrosaban dificultosamente, y sacó el machete de la cintura. La víbora vio la amenaza, y hundió más la cabeza en el centro mismo de su espiral; pero el machete cayó de lomo, dislocándole las vértebras.
viernes, 20 de abril de 2012
20/20/2012 - Malas compañias
Por Germán
Vivíamos en la parte antigua de la ciudad. En uno de esos barrios de edificios centenarios y calles estrechas. En invierno el viento se colaba por las hendijas y helaba la habitación y las sábanas de la cama. Éramos felices. Por la ventana de nuestro estrecho living apenas entraba una débil claridad. El edificio gris de enfrente, a no más de cinco metros de distancia, absorbía toda la luz. Muchas veces teníamos que correr las cortinas para interrumpir la curiosidad de la joven vecina que parecía obsesionada con nuestra rutina de caricias y abrazos.
Vivíamos en la parte antigua de la ciudad. En uno de esos barrios de edificios centenarios y calles estrechas. En invierno el viento se colaba por las hendijas y helaba la habitación y las sábanas de la cama. Éramos felices. Por la ventana de nuestro estrecho living apenas entraba una débil claridad. El edificio gris de enfrente, a no más de cinco metros de distancia, absorbía toda la luz. Muchas veces teníamos que correr las cortinas para interrumpir la curiosidad de la joven vecina que parecía obsesionada con nuestra rutina de caricias y abrazos.
jueves, 19 de abril de 2012
19/04/2012 - La Marioneta
Por Johnny Welch
Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
miércoles, 18 de abril de 2012
18/04/2012 - Se todo lo que puedes ser
Por Anónimo
Una manada de búfalos sólo se puede mover tan rápido como se mueve el búfalo más lento, y cuando la manada es cazada, son los búfalos más lentos y débiles que están al final de la manada los que mueren primero. Esta es una selección natural buena para la manada como un todo, dado que la velocidad general y la salud del conjunto mejora por la muerte regular de sus miembros más débiles.
Una manada de búfalos sólo se puede mover tan rápido como se mueve el búfalo más lento, y cuando la manada es cazada, son los búfalos más lentos y débiles que están al final de la manada los que mueren primero. Esta es una selección natural buena para la manada como un todo, dado que la velocidad general y la salud del conjunto mejora por la muerte regular de sus miembros más débiles.
martes, 17 de abril de 2012
17/04/2012 - Cena
Por German
Escribo y nombro a Beto no por no dejar que pase al olvido, porque eso no va a suceder, lo hago porque hay gente que aparece en la vida de uno y dejan como un gusto a nada y Beto parecía que iba a ser uno de esos tipos, pero yo no permití que eso ocurriese. Apareció en el grupo presentado por Damián. Se conocían por un curso que habían hecho de comidas típicas maoríes. En realidad, quizás escribo lo que pasó con Beto porque gracias a él me convertí en un referente autorizado frente a mis amigos.
Escribo y nombro a Beto no por no dejar que pase al olvido, porque eso no va a suceder, lo hago porque hay gente que aparece en la vida de uno y dejan como un gusto a nada y Beto parecía que iba a ser uno de esos tipos, pero yo no permití que eso ocurriese. Apareció en el grupo presentado por Damián. Se conocían por un curso que habían hecho de comidas típicas maoríes. En realidad, quizás escribo lo que pasó con Beto porque gracias a él me convertí en un referente autorizado frente a mis amigos.
lunes, 16 de abril de 2012
16/04/2012 - La inquietante sonrisa de un niño
Por Alfonso Quiroz Hernández
—Mi hijo no debe llorar.
Intentó detener aquella catarata, pero el líquido se abrió paso hasta llegar a los pies de Jack Seis Dedos. Dos zancadas le bastaron para cruzar el zigzagueo de orina y pararse frente a su hijo.
—Mis cigarros no los traes, mi dinero tampoco. Eres una calamidad.
Simón ya conocía el modus operandi de su padre. No debía llorar ni orinarse, pero a sus siete años era imposible no temer.
—Mi hijo no debe llorar.
Intentó detener aquella catarata, pero el líquido se abrió paso hasta llegar a los pies de Jack Seis Dedos. Dos zancadas le bastaron para cruzar el zigzagueo de orina y pararse frente a su hijo.
—Mis cigarros no los traes, mi dinero tampoco. Eres una calamidad.
Simón ya conocía el modus operandi de su padre. No debía llorar ni orinarse, pero a sus siete años era imposible no temer.
viernes, 13 de abril de 2012
13/03/2012 - La rebelión de las pulgas
Por Diana Isabel Patiño Restrepo
Aunque parezca increíble, el perro que se toma fotos con el emblema mundial de la democracia estaba infestado de pulgas. Sí, BO, la mascota de la Casa Blanca no tenía espacio en su melenudo cuerpo para una pulga más, y aunque su veterinario había intentado con todas las recetas para acabar con este mal, nada había funcionado. Minutos después del exterminio ya habían cientos de pulgas con maletas y trastes empacados para ir a colonizar el territorio casi despoblado, pues siempre quedaban unas pocas sobrevivientes a las masacres.
Aunque parezca increíble, el perro que se toma fotos con el emblema mundial de la democracia estaba infestado de pulgas. Sí, BO, la mascota de la Casa Blanca no tenía espacio en su melenudo cuerpo para una pulga más, y aunque su veterinario había intentado con todas las recetas para acabar con este mal, nada había funcionado. Minutos después del exterminio ya habían cientos de pulgas con maletas y trastes empacados para ir a colonizar el territorio casi despoblado, pues siempre quedaban unas pocas sobrevivientes a las masacres.
jueves, 12 de abril de 2012
12/04/2012 - Noticias de los nadies
Por Eduardo Galeano
Hasta hace veinte o treinta años, la pobreza era fruto de la injusticia. Lo denunciaba la izquierda, lo admitía el centro, rara vez lo negaba la derecha. Mucho han cambiado los tiempos, en tan poco tiempo: ahora la pobreza es el justo castigo que la ineficiencia merece, o simplemente es un modo de expresión del orden natural de las cosas. La pobreza puede merecer lástima, pero ya no provoca indignación: hay pobres por ley de juego o fatalidad del destino.
Hasta hace veinte o treinta años, la pobreza era fruto de la injusticia. Lo denunciaba la izquierda, lo admitía el centro, rara vez lo negaba la derecha. Mucho han cambiado los tiempos, en tan poco tiempo: ahora la pobreza es el justo castigo que la ineficiencia merece, o simplemente es un modo de expresión del orden natural de las cosas. La pobreza puede merecer lástima, pero ya no provoca indignación: hay pobres por ley de juego o fatalidad del destino.
miércoles, 11 de abril de 2012
11/04/2012 - Y se atrevieron a ser libres
Por Richard Bach
Hace unos años, fue un éxito el libro de Richard Bach que se titulaba: Juan Salvador Gaviota
Nos hablaba de una gaviota que se atrevió a soñar. Le interesaba ser ella misma, vivir intensamente, potenciar todos sus talentos y posibilidades. No aceptaba la vida monótona y siempre igual de la bandada, que sólo se atrevía a vuelos rastreros, sin alma, detrás de los desperdicios que arrojaban los barcos.
Hace unos años, fue un éxito el libro de Richard Bach que se titulaba: Juan Salvador Gaviota
Nos hablaba de una gaviota que se atrevió a soñar. Le interesaba ser ella misma, vivir intensamente, potenciar todos sus talentos y posibilidades. No aceptaba la vida monótona y siempre igual de la bandada, que sólo se atrevía a vuelos rastreros, sin alma, detrás de los desperdicios que arrojaban los barcos.
martes, 10 de abril de 2012
10/04/2012 - Möbius
Por Germán
Mi rutina cambió rápidamente y de manera radical. Todavía están cerca aquellas largas noches en las que me daba placer vivirlas con una taza de café y cigarrillos. Durante esas noches inolvidables inventaba cuentos fantásticos, escribía narraciones con las que cortaba las formalidades y el tedio del ritmo diurno de trabajo. Por ahí debe andar el archivo de la novela que le había puesto el título de “Cosas Inmundas”, una especie de inventario, políticamente incorrecto, donde describía una serie de seres humanos que había conocido en distintos trabajos.
Mi rutina cambió rápidamente y de manera radical. Todavía están cerca aquellas largas noches en las que me daba placer vivirlas con una taza de café y cigarrillos. Durante esas noches inolvidables inventaba cuentos fantásticos, escribía narraciones con las que cortaba las formalidades y el tedio del ritmo diurno de trabajo. Por ahí debe andar el archivo de la novela que le había puesto el título de “Cosas Inmundas”, una especie de inventario, políticamente incorrecto, donde describía una serie de seres humanos que había conocido en distintos trabajos.
lunes, 9 de abril de 2012
09/04/2012 - El coleccionista de sonrisas
Por Rafael R. Valcárcel
El 26 de agosto de 1990, en la segunda página del ‘The New York Times’, se publicó la fotografía de un atentado producido durante la invasión de Irak a Kuwait. A pocos metros de los cadáveres de un par de civiles, una niña miraba lo que parecía ser una muñeca, mientras que el artículo correspondiente mencionaba a 18 kuwaitíes exiliados, que recordaban a sus más de 500 compatriotas muertos. Y si bien existía una relación entre el texto y la imagen, el rostro de la niña hablaba de otra historia, que no tenía nada que ver con los personajes retratados. Era como si ella hubiese acabado de sonreír hacía un segundo.
El 26 de agosto de 1990, en la segunda página del ‘The New York Times’, se publicó la fotografía de un atentado producido durante la invasión de Irak a Kuwait. A pocos metros de los cadáveres de un par de civiles, una niña miraba lo que parecía ser una muñeca, mientras que el artículo correspondiente mencionaba a 18 kuwaitíes exiliados, que recordaban a sus más de 500 compatriotas muertos. Y si bien existía una relación entre el texto y la imagen, el rostro de la niña hablaba de otra historia, que no tenía nada que ver con los personajes retratados. Era como si ella hubiese acabado de sonreír hacía un segundo.
martes, 3 de abril de 2012
02/04/2012 - Juan López y John Ward
Por Jorge Luis Borges
Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los catógrafos, auspiciaba las guerras.
Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los catógrafos, auspiciaba las guerras.
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