lunes, 13 de febrero de 2012

13/02/2012 - A quien corresponda

Por Martín Caparrós 

Digamos que no pudo soportar lo que llamamos latortura. Latortura es una forma barata de llamarlo: gentileza hacia el lector o el interlocutor; una manera de la deferencia o de la cobardía -una agachada. Llamarlo latortura no supone ninguna descripción: no muestra un cuerpo vivo atado de las muñecas a una soga que cuelga del techo y el cuerpo a su vez que cuelga de la soga mientras los brazos se le van estirando, descoyuntando, deshaciendo en el esfuerzo
de sostener el cuerpo que ya nada sostiene, que sólo sus enemigos necesitan; no muestra un cuerpo vivo atado al que una mano agarra por la nuca para hundirle la cabeza en el agua o en un agua repleta de basura mierda bichos para que vea cómo le pueden convertir en agua el aire, el aliento en ahogo, la vida en un momento, como pueden cambiarle el mundo en un momento, diseñarle en un momento un mundo donde ese cuerpo ya no puede ser lo que era antes; no muestra un cuerpo vivo atado de pies y manos a una cama de fierro, desnudo, muy desnudo, los brazos estirados separados, las piernas  estiradas separadas, abierto, más que abierto, que recibe descargas implacables estruendosas tremendas en las orejas labios ojos cuello encías tetillas tetas panza huevos glande vagina y se retuerce sin siquiera; no muestra un cuerpo vivo atado muy desnudo obligado por manos y brazos de otros cuerpos a presentarse en cuatro patas con la cabeza baja contra el piso, aplastada contra el piso por un zapato o bota con las manos atadas por detrás de la espalda, con las piernas flexionadas separadas y los cuartos traseros para arriba, el culo arriba para que le entre el palo el cuchillo la botella que hace de lo interior de ese cuerpo una zona disponible para el ataque, un lugar del afuera: que le da vuelta el cuerpo. Llamarlo latortura no muestra que ese cuerpo pertenece a un hombre una mujer que están ahí, reclusos de ese cuerpo, rehenes de ese cuerpo, desnudos de ese cuerpo sufriéndolo a los gritos, retorcidos dentro de un cuerpo retorcido, encerrados en un cuerpo que querrían olvidar, abandonar, perder -olvidar, olvidar, olvidar- desesperados de ser un cuerpo que se convierte en dolor puro, un enemigo, la fuente de un sufrimiento que nunca habrían podido imaginar: hundidos en el terror de lo que nunca. Llamarlo latortura no muestra sobre todo -no muestra para nada- ese modo extremo de convertir un cuerpo en un cuerpo cristiano, en lo que todo cuerpo es para los cristianos: el enemigo, el camino que lleva a la condena. Llamarlo latortura muestra menos aún que alrededor de ese cuerpo hay dos, tres, cinco hombres -siempre hombres, no mujeres - vestidos revestidos que sostienen los cables con la mano, golpean con las manos, golpean con instrumentos, queman atan introducen hunden desgarran gritan amenazas, susurran amenazas, gritan preguntas, susurran preguntas, gritan y susurran insultos desdeñosos vos no sos nadie no existís no le importás a nadie ya estás muerto, vos ya estás muerto pelotudo y no te lo dijeron, que dirigen la aplicación de la corriente los golpes desgarros amenazas preguntas los insultos , que enseñan al hombre la mujer del cuerpo atado a la cama de fierro colgado de los brazos empalado hundido sacudido que ahora son los dueños de su cuerpo hasta límites que ese hombre esa mujer no supusieron nunca, que son los dueños de ese cuerpo y por lo tanto de la vida y de la muerte del ocupante de ese cuerpo, que pueden hacer con él con ella lo que se les cante soberanamente las pelotas: lo que quieran. Absoluta, completamente lo que quieran: el poder.


5 comentarios:

  1. Si escucharlo simplemente ahoga, acelera el pulso, eriza... imposible siquiera imaginar sentirlo

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  2. tengo un video de martin caparros leyendo ese fragmento si te interesa te dejo mi mail gabielmenduco@hotmail.com

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  3. Buenisimo y muy duro. El cuento más duro que leí es el de "El niño proletario", de Osvaldo Lamborghini. Es tremendo.

    http://www.wix.com/elparapeto1/elparapeto/apps/blog

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  4. yo no estaría tan segura de la parte que dice
    "-siempre hombres-", pues hay excepciones.
    buenísimo el texto. me encanto.

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