Por Wikipedia
El químico suizo Albert Hofmann sintetizó por primera vez LSD el 16 de noviembre de 1938 en los laboratorios Sandoz de Basilea (Suiza), durante un programa de investigación dirigido a encontrar posibles usos medicinales de los alcaloides del grupo ergolina, presentes en el cornezuelo del centeno. El cornezuelo es un hongo que infecta los granos del cereal que se utilizan para hacer pan de centeno, causando el fuego de san Antonio (ergotismo). Tras lograr sintetizar la ergobasina (sustancia uterotónica), comenzó a trabajar en otros derivados amidas del ácido lisérgico. La dietilamida del ácido lisérgico es el vigésimo quinto derivado del ácido lisérgico que sintetizó (de ahí su nombre: LSD-25), y en un primer momento Hofmann pensó que podría tener utilidad como analéptico, estimulante de los sistemas circulatorio y respiratorio, dada su analogía estructural con la nicetamida (dietelamida del ácido nicotínico), un analéptico conocido.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
jueves, 20 de septiembre de 2012
Defensa de la derrota
Por Roberto Fontanarrosa
Se apoyará, primero, los brazos estirados, las palmas de las manos contra la pared. Respirará hondo y acompasadamente varias veces, hasta que el frío de la pared le llegue. Cerrará los ojos, no mucho tiempo. Sentirá entonces, penetrándole, un reposo húmedo. Será la tristeza. Algo tibio. Intimo, casi fraterno. Decididamente poético. Eso. Poético. Se sentará entonces, sin mirar a nadie. Le punzarán algunas miradas furtivas. De reojo. No deberá hablar casi. Ni insultar. Deberá callar largamente. Sentirá entonces, creciéndole, un orgullo callado, quieto. Será la dignidad. Lo tomará del hombro, llenando con blandura el silencio que acompaña a los fracasos. No deberá llorar. Nunca. Tal vez apretar fuertemente la mandíbula.
Se apoyará, primero, los brazos estirados, las palmas de las manos contra la pared. Respirará hondo y acompasadamente varias veces, hasta que el frío de la pared le llegue. Cerrará los ojos, no mucho tiempo. Sentirá entonces, penetrándole, un reposo húmedo. Será la tristeza. Algo tibio. Intimo, casi fraterno. Decididamente poético. Eso. Poético. Se sentará entonces, sin mirar a nadie. Le punzarán algunas miradas furtivas. De reojo. No deberá hablar casi. Ni insultar. Deberá callar largamente. Sentirá entonces, creciéndole, un orgullo callado, quieto. Será la dignidad. Lo tomará del hombro, llenando con blandura el silencio que acompaña a los fracasos. No deberá llorar. Nunca. Tal vez apretar fuertemente la mandíbula.
martes, 18 de septiembre de 2012
Textos de Eduardo Galeano
Por Eduardo Galeano
El Sistema
Los funcionarios, no funcionan.
Los políticos hablan, pero no dicen.
Los votantes votan, pero no eligen.
Los medios de información desinforman.
Los centros de enseñanza, enseñan a ignorar.
Los jueces, condenan a las victimas.
Los militares están en guerra contra sus compatriotas.
Los policias no conváten los crimenes, porque están ocupados en cometerlos.
Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan.
Es más libre el dinero que la gente.
La gente, está al servicio de las cosas.
El Sistema
Los funcionarios, no funcionan.
Los políticos hablan, pero no dicen.
Los votantes votan, pero no eligen.
Los medios de información desinforman.
Los centros de enseñanza, enseñan a ignorar.
Los jueces, condenan a las victimas.
Los militares están en guerra contra sus compatriotas.
Los policias no conváten los crimenes, porque están ocupados en cometerlos.
Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan.
Es más libre el dinero que la gente.
La gente, está al servicio de las cosas.
viernes, 14 de septiembre de 2012
Textos del Indio Solari
Por Carlos Alberto Solari
MUJERES IMPERIALES
Mis rayos X. La de las indecentes burbujitas de saliva y los ojos helados por el orgullo. Todo un puto desbarajuste montado en un torax radiante. Una rana rubia de vientre danzarin y un culo de los años cincuenta que se lleva bien con mi sofá. En un momento parece borracha, muerta y despatarrada con la blusa abierta. Luego, en un instante, le come a uno. Va con anfetaminas y cosas finas y mucha cerveza en la cocina. Sin embargo, sus tetas siempre están tibias.
Con lo que está dicho el amor...
MUJERES IMPERIALES
Mis rayos X. La de las indecentes burbujitas de saliva y los ojos helados por el orgullo. Todo un puto desbarajuste montado en un torax radiante. Una rana rubia de vientre danzarin y un culo de los años cincuenta que se lleva bien con mi sofá. En un momento parece borracha, muerta y despatarrada con la blusa abierta. Luego, en un instante, le come a uno. Va con anfetaminas y cosas finas y mucha cerveza en la cocina. Sin embargo, sus tetas siempre están tibias.
Con lo que está dicho el amor...
jueves, 13 de septiembre de 2012
¿Se cree que soy pelotudo?
Por José Playo
Frente al escritorio, se llevó los dedos en punta hacia la sien y dio los buenos días. Del otro lado de la mesa, meciéndose con ansiedad en una silla, el hombre de bigotes lo estudiaba a la espera del parte.
Frente al escritorio, se llevó los dedos en punta hacia la sien y dio los buenos días. Del otro lado de la mesa, meciéndose con ansiedad en una silla, el hombre de bigotes lo estudiaba a la espera del parte.
—Buenas tardes, mi capitán —saludó.
Al capitán le picaban los huevos, hacía mucho calor en la habitación, pero debía mantener las formas: su rango le quitaba toda posibilidad de andar pellizcándose las pelotas frente a los subordinados.
—Corte la formalidad y vaya al grano, soldado, que no me aguanto la calor.
El que estaba de pie puso los brazos paralelos al cuerpo y golpeó los tacos antes de distender la postura.
—Tenemos los primeros resultados. La droga funcionó a la perfección.
El capitán se peinó fugazmente un lado del bigote y sonrió con regocijo.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
Hoy temprano
Por Pedro Mairal
Salimos temprano. Papá tiene un Peugeot 404 bordó, recién comprado. Yo me trepo a la luneta trasera y me acuesto ahí a lo largo. Voy cómodo. Me gusta quedarme contra el vidrio de atrás porque puedo dormir. Siempre estoy contento de ir a pasar el fin de semana a la quinta, porque en el departamento del centro, durante la semana, lo único que hago es patear una pelota de tenis en el patio del pozo de aire y luz que está sobre el garaje, un patio entre cuatro paredes medianeras altísimas y sucias por el hollín de los incineradores. Si miro para arriba, en ese patio parece que estuviera adentro de una chimenea; si grito, el grito apenas sube pero no llega hasta el cuadrado de cielo. El viaje a la quinta me saca de ese pozo.
Salimos temprano. Papá tiene un Peugeot 404 bordó, recién comprado. Yo me trepo a la luneta trasera y me acuesto ahí a lo largo. Voy cómodo. Me gusta quedarme contra el vidrio de atrás porque puedo dormir. Siempre estoy contento de ir a pasar el fin de semana a la quinta, porque en el departamento del centro, durante la semana, lo único que hago es patear una pelota de tenis en el patio del pozo de aire y luz que está sobre el garaje, un patio entre cuatro paredes medianeras altísimas y sucias por el hollín de los incineradores. Si miro para arriba, en ese patio parece que estuviera adentro de una chimenea; si grito, el grito apenas sube pero no llega hasta el cuadrado de cielo. El viaje a la quinta me saca de ese pozo.
martes, 11 de septiembre de 2012
El amor de los metalampos
Por Hernán Casciari
Hace muchísimo tiempo, en un planeta que no era éste pero se le parecía un poco en el contorno de la circunferencia, hubo una raza superior a todas las que habitaron el Universo en cualquier época y en cualquier rincón. Eran bellos, inteligentes, generosos, compasivos, valientes y suaves al tacto. En su apogeo como civilización, lograron construir una sociedad perfecta: en su mundo no existía el hambre, ni el trabajo aburrido, ni los abogados, ni la enfermedad, ni la democracia. Se llamaban los metalampos.
Tal era la sabiduría natural de estos seres, que cualquiera de las grandes mentes conocidas de nuestra civilización (pongamos un Einstein, un Da Vinci, un Sócrates) en el mundo metalampo hubiera tenido que ganarse la vida como empleada doméstica o guionista de televisión.
Pero comencemos por ubicarlos en el tiempo.
Hace muchísimo tiempo, en un planeta que no era éste pero se le parecía un poco en el contorno de la circunferencia, hubo una raza superior a todas las que habitaron el Universo en cualquier época y en cualquier rincón. Eran bellos, inteligentes, generosos, compasivos, valientes y suaves al tacto. En su apogeo como civilización, lograron construir una sociedad perfecta: en su mundo no existía el hambre, ni el trabajo aburrido, ni los abogados, ni la enfermedad, ni la democracia. Se llamaban los metalampos.
Tal era la sabiduría natural de estos seres, que cualquiera de las grandes mentes conocidas de nuestra civilización (pongamos un Einstein, un Da Vinci, un Sócrates) en el mundo metalampo hubiera tenido que ganarse la vida como empleada doméstica o guionista de televisión.
Pero comencemos por ubicarlos en el tiempo.
lunes, 10 de septiembre de 2012
Algo muy grave va a suceder en este pueblo
Por Gabriel García Márquez
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:
-No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo.
Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:
-Te apuesto un peso a que no la haces.
Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Contesta:
-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo.
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:
-No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo.
Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:
-Te apuesto un peso a que no la haces.
Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Contesta:
-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo.
viernes, 7 de septiembre de 2012
Marc, la sucia rata
Por Jose Sbarra
MARC Y EL POLICIA
MARC Y EL POLICIA
-Marc, sucia rata, ese brillo extraño que veo en sus ojos me confirma que usted se ha drogado.
-Oficial, me decepciona, usted dice "este joven se ha drogado", y cierra su mente como si fuera
una caja metálica.
-O sea que es verdad. Efectivamente es adicto a las drogas.
-Todos somos adictos a algo en este país. Usted es adicto a su uniforme. Sin él se siente nada.
Tiene que aprender a controlarse, oficial, si no algún día va a morir de sobre dosis.
-¿Qué dice?
-Sobredosis de uniforme, oficial, se han dado casos terribles.
-Oficial, me decepciona, usted dice "este joven se ha drogado", y cierra su mente como si fuera
una caja metálica.
-O sea que es verdad. Efectivamente es adicto a las drogas.
-Todos somos adictos a algo en este país. Usted es adicto a su uniforme. Sin él se siente nada.
Tiene que aprender a controlarse, oficial, si no algún día va a morir de sobre dosis.
-¿Qué dice?
-Sobredosis de uniforme, oficial, se han dado casos terribles.
miércoles, 22 de agosto de 2012
22/08/2012 - Cuentos de Enrique Anderson Imbert
Por Enrique Anderson Imbert
El Suicida
Al pie de la Biblia abierta -donde estaba señalado en rojo el versículo que lo explicaría todo- alineó las cartas: a su mujer, al juez, a los amigos. Después bebió el veneno y se acostó.
Nada. A la hora se levantó y miró el frasco. Sí, era el veneno.
¡Estaba tan seguro! Recargó la dosis y bebió otro vaso. Se acostó de nuevo. Otra hora. No moría. Entonces disparó su revólver contra la sien. ¿Qué broma era ésa? Alguien -¿pero quién, cuándo?- alguien le había cambiado el veneno por agua, las balas por cartuchos de fogueo. Disparó contra la sien las otras cuatro balas. Inútil. Cerró la Biblia, recogió las cartas y salió del cuarto en momentos en que el dueño del hotel, mucamos y curiosos acudían alarmados por el estruendo de los cinco estampidos.
El Suicida
Al pie de la Biblia abierta -donde estaba señalado en rojo el versículo que lo explicaría todo- alineó las cartas: a su mujer, al juez, a los amigos. Después bebió el veneno y se acostó.
Nada. A la hora se levantó y miró el frasco. Sí, era el veneno.
¡Estaba tan seguro! Recargó la dosis y bebió otro vaso. Se acostó de nuevo. Otra hora. No moría. Entonces disparó su revólver contra la sien. ¿Qué broma era ésa? Alguien -¿pero quién, cuándo?- alguien le había cambiado el veneno por agua, las balas por cartuchos de fogueo. Disparó contra la sien las otras cuatro balas. Inútil. Cerró la Biblia, recogió las cartas y salió del cuarto en momentos en que el dueño del hotel, mucamos y curiosos acudían alarmados por el estruendo de los cinco estampidos.
martes, 5 de junio de 2012
05/06/2012 - La Paloma
Por Patrick Süskind
Tuvo un susto de muerte... así habría descrito con posterioridad el momento, pero sin ser exacto, porque el susto llegó después. Experimentó más bien un asombro de muerte.Durante cinco o diez segundos tal vez –a él se le antojó una eternidad- permaneció con la mano en el pomo y el pie levantado, como congelado sobre elumbral de su puerta, sin poder retroceder ni avanzar. Entonces se produjo un pequeño movimiento.
Tuvo un susto de muerte... así habría descrito con posterioridad el momento, pero sin ser exacto, porque el susto llegó después. Experimentó más bien un asombro de muerte.Durante cinco o diez segundos tal vez –a él se le antojó una eternidad- permaneció con la mano en el pomo y el pie levantado, como congelado sobre elumbral de su puerta, sin poder retroceder ni avanzar. Entonces se produjo un pequeño movimiento.
viernes, 18 de mayo de 2012
18/05/2012 - Tragedia
Por @Nippur
La angustia es como el frío: una vez que se te metió adentro, no hay cómo sacarla.
¨Me llamo Isabel, y durante algo más de cuatro años fui feliz¨, diría, si tuviera que presentarme en un grupo de autoayuda para gente que acaba de perderlo todo.
Tengo todos los aparatos prendidos. Han pasado ocho horas de la desaparición del avión en la cordillera, y los medios de comunicación asumen lo peor. Y peor que eso son las redes sociales. Tendría que apagar la computadora, pero sé que la primera información que exista, llegará por ese medio. ¿El precio? Los centenares de chistes sobre la suerte de los pasajeros.
La angustia es como el frío: una vez que se te metió adentro, no hay cómo sacarla.
¨Me llamo Isabel, y durante algo más de cuatro años fui feliz¨, diría, si tuviera que presentarme en un grupo de autoayuda para gente que acaba de perderlo todo.
Tengo todos los aparatos prendidos. Han pasado ocho horas de la desaparición del avión en la cordillera, y los medios de comunicación asumen lo peor. Y peor que eso son las redes sociales. Tendría que apagar la computadora, pero sé que la primera información que exista, llegará por ese medio. ¿El precio? Los centenares de chistes sobre la suerte de los pasajeros.
18/05/2012 - Feliz año nuevo
Por Arturo Pérez Reverte
Era guapísima, pensó. La mujer más guapa del mundo. Un vestido negro, escotado por detrás, el pelo recogido en la nuca. Unos ojos grandes e inteligentes que lo miraron de esa manera singular con que miran algunas mujeres, como si se pasearan por dentro de ti, escudriñándote cada rincón, y esa certeza te erizara la piel. No sabía cómo se llamaba, ni quién era. Ni siquiera si estaba con otro. Pero comprendió que era ella. Así que venció el nudo que se le había hecho en la garganta y dijo aquí te la juegas, chaval, te juegas el resto de tu vida, y a lo mejor haces el ridículo más espantoso; pero sería peor no intentarlo. Así que se fue derecho hacia ella, recorriendo esos cinco últimos metros que ningún hombre inteligente franquea si no son los ojos de la mujer los que invitan a recorrerlos. Hola, me llamo tal, dijo. Y no me perdonaría nunca dejarte salir de mi vida sin intentarlo. Ella lo miró despacio, evaluando su sonrisa algo tímida, la manera sencilla que tenía de estar de pie ante ella, encogiendo un poco los hombros como diciéndole ya sé que lo hemos visto muchas veces en el cine y por ahí, pero no puedo evitarlo. Te pareces a esas cosas que uno sueña cuando es niño.
Era guapísima, pensó. La mujer más guapa del mundo. Un vestido negro, escotado por detrás, el pelo recogido en la nuca. Unos ojos grandes e inteligentes que lo miraron de esa manera singular con que miran algunas mujeres, como si se pasearan por dentro de ti, escudriñándote cada rincón, y esa certeza te erizara la piel. No sabía cómo se llamaba, ni quién era. Ni siquiera si estaba con otro. Pero comprendió que era ella. Así que venció el nudo que se le había hecho en la garganta y dijo aquí te la juegas, chaval, te juegas el resto de tu vida, y a lo mejor haces el ridículo más espantoso; pero sería peor no intentarlo. Así que se fue derecho hacia ella, recorriendo esos cinco últimos metros que ningún hombre inteligente franquea si no son los ojos de la mujer los que invitan a recorrerlos. Hola, me llamo tal, dijo. Y no me perdonaría nunca dejarte salir de mi vida sin intentarlo. Ella lo miró despacio, evaluando su sonrisa algo tímida, la manera sencilla que tenía de estar de pie ante ella, encogiendo un poco los hombros como diciéndole ya sé que lo hemos visto muchas veces en el cine y por ahí, pero no puedo evitarlo. Te pareces a esas cosas que uno sueña cuando es niño.
martes, 15 de mayo de 2012
15/05/2012 - Entre todos
Que tal Gente, como están?
Como habrán escuchado, Mario no va a leer mas textos en la apertura del programa, dice que lo va a hacer en algún momento del día... Como se hace prácticamente imposible escuchar 5 horas de programa ininterrumpidas, les propongo a los que entran diariamente por acá que mantengamos el blog entre todos! Si alguno escucha el texto, lo googlea y me manda el link por mail, via twitter o lo deja en un comentario en el blog, junto a su nombre o twitter o pagina personal o pagina de su banda o un anuncio vendiendo una reposera rota en mercado libre o lo que quieran, y posteo eso en recompenza junto al texto leído.
Igualmente yo seguiré escuchando todos los días y si lo escucho yo lo subo al toque como siempre!
Muchas gracias!
Abrazo!
Como habrán escuchado, Mario no va a leer mas textos en la apertura del programa, dice que lo va a hacer en algún momento del día... Como se hace prácticamente imposible escuchar 5 horas de programa ininterrumpidas, les propongo a los que entran diariamente por acá que mantengamos el blog entre todos! Si alguno escucha el texto, lo googlea y me manda el link por mail, via twitter o lo deja en un comentario en el blog, junto a su nombre o twitter o pagina personal o pagina de su banda o un anuncio vendiendo una reposera rota en mercado libre o lo que quieran, y posteo eso en recompenza junto al texto leído.
Igualmente yo seguiré escuchando todos los días y si lo escucho yo lo subo al toque como siempre!
Muchas gracias!
Abrazo!
jueves, 10 de mayo de 2012
10/05/2012 - Por tres cochinos minutos
Por Arturo Perez Reverte
A ver si consigo que me leas con atención, Fulano o como te llames. Porque hace poco me mataste a un amigo. Y digo amigo, porque lo era. De verdad. No le había visto la cara nunca, pero eso no importa. Lo era, repito. Leía mis libros, y también esta página cada semana. Tenía 28 años, era bien parecido, deportista, corría diez kilómetros cada día. Buena pinta, sano y fuerte. Además era un tipo noble, sencillo, derecho, con sentido del honor como los de antes, con palabra, apretón de manos franco, y todo eso. Con sentido del humor, además, lo que era un regalo, un don de la existencia para quienes estaban con él. Había aprendido a disfrutar de la vida con dignidad y con decencia. Hay gente que vive noventa tacos de almanaque y nunca llega a ser tan sabia y lúcida como lo era él. Amaba el mar, como yo. Tenía una familia, una novia, unos amigos. Tenía una perra que ahora lo busca con ojos leales y tristes, moviendo el rabo esperanzada cada vez que alguien roza la puerta. Tenía un futuro. Si tú se lo hubieras permitido, habría llegado a ser un tipo de esos que hacen el mundo soportable, en vez de una cloaca sucia y oscura, a merced de irresponsables como tú.
A ver si consigo que me leas con atención, Fulano o como te llames. Porque hace poco me mataste a un amigo. Y digo amigo, porque lo era. De verdad. No le había visto la cara nunca, pero eso no importa. Lo era, repito. Leía mis libros, y también esta página cada semana. Tenía 28 años, era bien parecido, deportista, corría diez kilómetros cada día. Buena pinta, sano y fuerte. Además era un tipo noble, sencillo, derecho, con sentido del honor como los de antes, con palabra, apretón de manos franco, y todo eso. Con sentido del humor, además, lo que era un regalo, un don de la existencia para quienes estaban con él. Había aprendido a disfrutar de la vida con dignidad y con decencia. Hay gente que vive noventa tacos de almanaque y nunca llega a ser tan sabia y lúcida como lo era él. Amaba el mar, como yo. Tenía una familia, una novia, unos amigos. Tenía una perra que ahora lo busca con ojos leales y tristes, moviendo el rabo esperanzada cada vez que alguien roza la puerta. Tenía un futuro. Si tú se lo hubieras permitido, habría llegado a ser un tipo de esos que hacen el mundo soportable, en vez de una cloaca sucia y oscura, a merced de irresponsables como tú.
martes, 8 de mayo de 2012
08/05/2012 - Locas de amor
Por Carolina Aguirre
Cuando yo era chica, en mi barrio había tres locos: dos hombres y una mujer. El primero era un viejo italiano que vivía enfrente de casa y que había combatido en la segunda guerra mundial. El segundo era el hijo del ferretero de la esquina, y le decíamos Traverso porque lo único que hacía era manejar un auto de carrera invisible por la calle y hacer ruido de motor con la boca. La mujer no sé en donde vivía, pero daba vueltas por la plaza hablando sola con una cartera llena de pinturitas y perfumes. Algunos decían que se le había muerto el marido en un accidente de autos (a veces había un bebé, a manejaba ella, a veces iba sola) y otros que había enloquecido cuando la dejó plantada en el altar un marinero de la Fragata Sarmiento.
lunes, 7 de mayo de 2012
07/05/2012 - Matices
Por Germán
Aturdido de soledad se refugia en el resplandor de la pantalla del ordenador. Teclea con desidia palabras que forman frases con la esperanza de ver nacer una idea. Con la ilusión de que aparezca una frase que dispare en él la necesidad de comprometerse con una meta. Cualquier cosa que lo aparte de sus cavilaciones. Pero es inútil. Su vida es demasiado ordenada y racional. Todo ocurre dentro de los límites lógicos que impone una rutina, la suya, aceptada por la sociedad, a salvo de comentarios a media voz. Son las once de la noche y se oye poco desde la calle. El insomnio evita al resto de los mortales, a los que duermen plácidamente, y en cambio se queda junto a él. Termina de a sorbos una copa de brandy mientras insiste con el teclado. Lo rodea una habitación gris, en las paredes hay láminas con publicidades que invitan a playas paradisíacas. Vive acompañado de ausencias. Si alguna vez hubo oportunidad de amigos o pareja sentimental jugó de tal manera sus cartas que ahora es él y el tiempo vacío alrededor suyo.
Aturdido de soledad se refugia en el resplandor de la pantalla del ordenador. Teclea con desidia palabras que forman frases con la esperanza de ver nacer una idea. Con la ilusión de que aparezca una frase que dispare en él la necesidad de comprometerse con una meta. Cualquier cosa que lo aparte de sus cavilaciones. Pero es inútil. Su vida es demasiado ordenada y racional. Todo ocurre dentro de los límites lógicos que impone una rutina, la suya, aceptada por la sociedad, a salvo de comentarios a media voz. Son las once de la noche y se oye poco desde la calle. El insomnio evita al resto de los mortales, a los que duermen plácidamente, y en cambio se queda junto a él. Termina de a sorbos una copa de brandy mientras insiste con el teclado. Lo rodea una habitación gris, en las paredes hay láminas con publicidades que invitan a playas paradisíacas. Vive acompañado de ausencias. Si alguna vez hubo oportunidad de amigos o pareja sentimental jugó de tal manera sus cartas que ahora es él y el tiempo vacío alrededor suyo.
viernes, 4 de mayo de 2012
04/05/2012 - La vaselina
Va un hombre a comprarse una moto. Llega al concesionario y dice:
- Buenas. Quiero una pedazo de motaca que no veas. Eso sí, no pienso gastarme más de 1.000 euros
- Pues eso es difícil. Pero creo que tengo algo que le gustará.
Y entonces el vendedor le enseña al hombre una motaca que no veas tú. Con un motor de 1.100cc y unos cromados que te cagas. Y el hombre, todo perplejo dice:
- Buenas. Quiero una pedazo de motaca que no veas. Eso sí, no pienso gastarme más de 1.000 euros
- Pues eso es difícil. Pero creo que tengo algo que le gustará.
Y entonces el vendedor le enseña al hombre una motaca que no veas tú. Con un motor de 1.100cc y unos cromados que te cagas. Y el hombre, todo perplejo dice:
jueves, 3 de mayo de 2012
03/05/2012 - La felicidad es un trayecto
Un hombre de negocios de vacaciones, estaba en el muelle de un pueblecito caribeño cuando llegó un pequeño bote con un pescador.
Dentro del bote había varios peces de buen tamaño. El empresario elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó si había tardado mucho en conseguir aquella pesca.
El pescador respondió que muy poco tiempo.
El empresario volvió a preguntar porqué no permanecía más tiempo y sacaba mas pescado.
Dentro del bote había varios peces de buen tamaño. El empresario elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó si había tardado mucho en conseguir aquella pesca.
El pescador respondió que muy poco tiempo.
El empresario volvió a preguntar porqué no permanecía más tiempo y sacaba mas pescado.
lunes, 30 de abril de 2012
27/04/2012 - El sueño de la oruga
Había una vez una oruga chiquita que vivía en un bosque. A pesar de su lento andar, tomo coraje y emprendió un largo camino.
Recorrió algunos metros, por supuesto, que en un tiempo mayor al de cualquier otro habitante del bosque, ya que solo podía caminar “a paso de oruga”.
Recorrió algunos metros, por supuesto, que en un tiempo mayor al de cualquier otro habitante del bosque, ya que solo podía caminar “a paso de oruga”.
jueves, 26 de abril de 2012
26/04/2012 - El fantasma
Por Marc E. Boillat
Esta es la historia de un joven que no podía dormir casi nunca puesto que un fantasma espectral le aparecía en sueños y le angustiaba revelándole todos los secretos más íntimos que él albergaba, demostrándole así que lo sabía todo acerca de él.
El joven estaba desesperado, hasta el punto que llegó a detestar el momento de acostarse pese al cansancio acumulado. Había visitado doctores y psicólogos, había confesado su problema a amigos, lo había intentado todo, pero sin resultados: el espectro seguía presentándose cada noche y le recordaba todos los rincones más íntimos y dolorosos.
Esta es la historia de un joven que no podía dormir casi nunca puesto que un fantasma espectral le aparecía en sueños y le angustiaba revelándole todos los secretos más íntimos que él albergaba, demostrándole así que lo sabía todo acerca de él.
El joven estaba desesperado, hasta el punto que llegó a detestar el momento de acostarse pese al cansancio acumulado. Había visitado doctores y psicólogos, había confesado su problema a amigos, lo había intentado todo, pero sin resultados: el espectro seguía presentándose cada noche y le recordaba todos los rincones más íntimos y dolorosos.
miércoles, 25 de abril de 2012
25/04/2012 - Señoras y señores, usen protector solar
Por Mary Schmidt
Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: usen protector solar. Los científicos han comprobado los beneficios a largo plazo del protector solar… mientras que los consejos que les voy a dar no tienen ninguna base confiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. He aquí mis consejos:
Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: usen protector solar. Los científicos han comprobado los beneficios a largo plazo del protector solar… mientras que los consejos que les voy a dar no tienen ninguna base confiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. He aquí mis consejos:
25/04/2012 - Entre mi tía y yo
Por Fray Mocho
Fué un secreto que siempre quedó entre yo y mi tía Candelaria, la razón que esta tenía para decir con una sonrisa de aquellas que eran de su exclusiva propiedad, cada vez que mis padres hablaban de la carrera a que me dedicarían
Fué un secreto que siempre quedó entre yo y mi tía Candelaria, la razón que esta tenía para decir con una sonrisa de aquellas que eran de su exclusiva propiedad, cada vez que mis padres hablaban de la carrera a que me dedicarían
— Háganlo estudiar para cura... ¡tiene condiciones!
¡Cuánto tormento, cuánto rato amargo me hizo pasar esta frase que con toda dureza me reprochaba una mala acción!
Hoy, que tanto me separa de entonces, no me es desagradable referir la triste aventura que influyó más a que yo me ordenara y que muchas veces me hizo renegar hasta de la vida, siendo generadora de aquel dicho burlesco que a mí me encendía la sangre.
¡Cuánto tormento, cuánto rato amargo me hizo pasar esta frase que con toda dureza me reprochaba una mala acción!
Hoy, que tanto me separa de entonces, no me es desagradable referir la triste aventura que influyó más a que yo me ordenara y que muchas veces me hizo renegar hasta de la vida, siendo generadora de aquel dicho burlesco que a mí me encendía la sangre.
martes, 24 de abril de 2012
24/04/2012 - Los amigos
Por Julio Cortázar
(Final del juego, 1956)
En ese juego todo tenía que andar rápido. Cuando el Número Uno decidió que había que liquidar a Romero y que el Número Tres se encargaría del trabajo, Beltrán recibió la información pocos minutos más tarde. Tranquilo pero sin perder un instante, salió del café de Corrientes y Libertad y se metió en un taxi. Mientras se bañaba en su departamento, escuchando el noticioso, se acordó de que había visto por última vez a Romero en San Isidro, un día de mala suerte en las carreras. En ese entonces Romero era un tal Romero, y él un tal Beltrán; buenos amigos antes de que la vida los metiera por caminos tan distintos.
(Final del juego, 1956)
En ese juego todo tenía que andar rápido. Cuando el Número Uno decidió que había que liquidar a Romero y que el Número Tres se encargaría del trabajo, Beltrán recibió la información pocos minutos más tarde. Tranquilo pero sin perder un instante, salió del café de Corrientes y Libertad y se metió en un taxi. Mientras se bañaba en su departamento, escuchando el noticioso, se acordó de que había visto por última vez a Romero en San Isidro, un día de mala suerte en las carreras. En ese entonces Romero era un tal Romero, y él un tal Beltrán; buenos amigos antes de que la vida los metiera por caminos tan distintos.
lunes, 23 de abril de 2012
23/04/2012 - A la deriva
Por Horacio Quiroga
El hombre echó una veloz ojeada a su pie, donde dos gotitas de sangre engrosaban dificultosamente, y sacó el machete de la cintura. La víbora vio la amenaza, y hundió más la cabeza en el centro mismo de su espiral; pero el machete cayó de lomo, dislocándole las vértebras.
viernes, 20 de abril de 2012
20/20/2012 - Malas compañias
Por Germán
Vivíamos en la parte antigua de la ciudad. En uno de esos barrios de edificios centenarios y calles estrechas. En invierno el viento se colaba por las hendijas y helaba la habitación y las sábanas de la cama. Éramos felices. Por la ventana de nuestro estrecho living apenas entraba una débil claridad. El edificio gris de enfrente, a no más de cinco metros de distancia, absorbía toda la luz. Muchas veces teníamos que correr las cortinas para interrumpir la curiosidad de la joven vecina que parecía obsesionada con nuestra rutina de caricias y abrazos.
Vivíamos en la parte antigua de la ciudad. En uno de esos barrios de edificios centenarios y calles estrechas. En invierno el viento se colaba por las hendijas y helaba la habitación y las sábanas de la cama. Éramos felices. Por la ventana de nuestro estrecho living apenas entraba una débil claridad. El edificio gris de enfrente, a no más de cinco metros de distancia, absorbía toda la luz. Muchas veces teníamos que correr las cortinas para interrumpir la curiosidad de la joven vecina que parecía obsesionada con nuestra rutina de caricias y abrazos.
jueves, 19 de abril de 2012
19/04/2012 - La Marioneta
Por Johnny Welch
Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
miércoles, 18 de abril de 2012
18/04/2012 - Se todo lo que puedes ser
Por Anónimo
Una manada de búfalos sólo se puede mover tan rápido como se mueve el búfalo más lento, y cuando la manada es cazada, son los búfalos más lentos y débiles que están al final de la manada los que mueren primero. Esta es una selección natural buena para la manada como un todo, dado que la velocidad general y la salud del conjunto mejora por la muerte regular de sus miembros más débiles.
Una manada de búfalos sólo se puede mover tan rápido como se mueve el búfalo más lento, y cuando la manada es cazada, son los búfalos más lentos y débiles que están al final de la manada los que mueren primero. Esta es una selección natural buena para la manada como un todo, dado que la velocidad general y la salud del conjunto mejora por la muerte regular de sus miembros más débiles.
martes, 17 de abril de 2012
17/04/2012 - Cena
Por German
Escribo y nombro a Beto no por no dejar que pase al olvido, porque eso no va a suceder, lo hago porque hay gente que aparece en la vida de uno y dejan como un gusto a nada y Beto parecía que iba a ser uno de esos tipos, pero yo no permití que eso ocurriese. Apareció en el grupo presentado por Damián. Se conocían por un curso que habían hecho de comidas típicas maoríes. En realidad, quizás escribo lo que pasó con Beto porque gracias a él me convertí en un referente autorizado frente a mis amigos.
Escribo y nombro a Beto no por no dejar que pase al olvido, porque eso no va a suceder, lo hago porque hay gente que aparece en la vida de uno y dejan como un gusto a nada y Beto parecía que iba a ser uno de esos tipos, pero yo no permití que eso ocurriese. Apareció en el grupo presentado por Damián. Se conocían por un curso que habían hecho de comidas típicas maoríes. En realidad, quizás escribo lo que pasó con Beto porque gracias a él me convertí en un referente autorizado frente a mis amigos.
lunes, 16 de abril de 2012
16/04/2012 - La inquietante sonrisa de un niño
Por Alfonso Quiroz Hernández
—Mi hijo no debe llorar.
Intentó detener aquella catarata, pero el líquido se abrió paso hasta llegar a los pies de Jack Seis Dedos. Dos zancadas le bastaron para cruzar el zigzagueo de orina y pararse frente a su hijo.
—Mis cigarros no los traes, mi dinero tampoco. Eres una calamidad.
Simón ya conocía el modus operandi de su padre. No debía llorar ni orinarse, pero a sus siete años era imposible no temer.
—Mi hijo no debe llorar.
Intentó detener aquella catarata, pero el líquido se abrió paso hasta llegar a los pies de Jack Seis Dedos. Dos zancadas le bastaron para cruzar el zigzagueo de orina y pararse frente a su hijo.
—Mis cigarros no los traes, mi dinero tampoco. Eres una calamidad.
Simón ya conocía el modus operandi de su padre. No debía llorar ni orinarse, pero a sus siete años era imposible no temer.
viernes, 13 de abril de 2012
13/03/2012 - La rebelión de las pulgas
Por Diana Isabel Patiño Restrepo
Aunque parezca increíble, el perro que se toma fotos con el emblema mundial de la democracia estaba infestado de pulgas. Sí, BO, la mascota de la Casa Blanca no tenía espacio en su melenudo cuerpo para una pulga más, y aunque su veterinario había intentado con todas las recetas para acabar con este mal, nada había funcionado. Minutos después del exterminio ya habían cientos de pulgas con maletas y trastes empacados para ir a colonizar el territorio casi despoblado, pues siempre quedaban unas pocas sobrevivientes a las masacres.
Aunque parezca increíble, el perro que se toma fotos con el emblema mundial de la democracia estaba infestado de pulgas. Sí, BO, la mascota de la Casa Blanca no tenía espacio en su melenudo cuerpo para una pulga más, y aunque su veterinario había intentado con todas las recetas para acabar con este mal, nada había funcionado. Minutos después del exterminio ya habían cientos de pulgas con maletas y trastes empacados para ir a colonizar el territorio casi despoblado, pues siempre quedaban unas pocas sobrevivientes a las masacres.
jueves, 12 de abril de 2012
12/04/2012 - Noticias de los nadies
Por Eduardo Galeano
Hasta hace veinte o treinta años, la pobreza era fruto de la injusticia. Lo denunciaba la izquierda, lo admitía el centro, rara vez lo negaba la derecha. Mucho han cambiado los tiempos, en tan poco tiempo: ahora la pobreza es el justo castigo que la ineficiencia merece, o simplemente es un modo de expresión del orden natural de las cosas. La pobreza puede merecer lástima, pero ya no provoca indignación: hay pobres por ley de juego o fatalidad del destino.
Hasta hace veinte o treinta años, la pobreza era fruto de la injusticia. Lo denunciaba la izquierda, lo admitía el centro, rara vez lo negaba la derecha. Mucho han cambiado los tiempos, en tan poco tiempo: ahora la pobreza es el justo castigo que la ineficiencia merece, o simplemente es un modo de expresión del orden natural de las cosas. La pobreza puede merecer lástima, pero ya no provoca indignación: hay pobres por ley de juego o fatalidad del destino.
miércoles, 11 de abril de 2012
11/04/2012 - Y se atrevieron a ser libres
Por Richard Bach
Hace unos años, fue un éxito el libro de Richard Bach que se titulaba: Juan Salvador Gaviota
Nos hablaba de una gaviota que se atrevió a soñar. Le interesaba ser ella misma, vivir intensamente, potenciar todos sus talentos y posibilidades. No aceptaba la vida monótona y siempre igual de la bandada, que sólo se atrevía a vuelos rastreros, sin alma, detrás de los desperdicios que arrojaban los barcos.
Hace unos años, fue un éxito el libro de Richard Bach que se titulaba: Juan Salvador Gaviota
Nos hablaba de una gaviota que se atrevió a soñar. Le interesaba ser ella misma, vivir intensamente, potenciar todos sus talentos y posibilidades. No aceptaba la vida monótona y siempre igual de la bandada, que sólo se atrevía a vuelos rastreros, sin alma, detrás de los desperdicios que arrojaban los barcos.
martes, 10 de abril de 2012
10/04/2012 - Möbius
Por Germán
Mi rutina cambió rápidamente y de manera radical. Todavía están cerca aquellas largas noches en las que me daba placer vivirlas con una taza de café y cigarrillos. Durante esas noches inolvidables inventaba cuentos fantásticos, escribía narraciones con las que cortaba las formalidades y el tedio del ritmo diurno de trabajo. Por ahí debe andar el archivo de la novela que le había puesto el título de “Cosas Inmundas”, una especie de inventario, políticamente incorrecto, donde describía una serie de seres humanos que había conocido en distintos trabajos.
Mi rutina cambió rápidamente y de manera radical. Todavía están cerca aquellas largas noches en las que me daba placer vivirlas con una taza de café y cigarrillos. Durante esas noches inolvidables inventaba cuentos fantásticos, escribía narraciones con las que cortaba las formalidades y el tedio del ritmo diurno de trabajo. Por ahí debe andar el archivo de la novela que le había puesto el título de “Cosas Inmundas”, una especie de inventario, políticamente incorrecto, donde describía una serie de seres humanos que había conocido en distintos trabajos.
lunes, 9 de abril de 2012
09/04/2012 - El coleccionista de sonrisas
Por Rafael R. Valcárcel
El 26 de agosto de 1990, en la segunda página del ‘The New York Times’, se publicó la fotografía de un atentado producido durante la invasión de Irak a Kuwait. A pocos metros de los cadáveres de un par de civiles, una niña miraba lo que parecía ser una muñeca, mientras que el artículo correspondiente mencionaba a 18 kuwaitíes exiliados, que recordaban a sus más de 500 compatriotas muertos. Y si bien existía una relación entre el texto y la imagen, el rostro de la niña hablaba de otra historia, que no tenía nada que ver con los personajes retratados. Era como si ella hubiese acabado de sonreír hacía un segundo.
El 26 de agosto de 1990, en la segunda página del ‘The New York Times’, se publicó la fotografía de un atentado producido durante la invasión de Irak a Kuwait. A pocos metros de los cadáveres de un par de civiles, una niña miraba lo que parecía ser una muñeca, mientras que el artículo correspondiente mencionaba a 18 kuwaitíes exiliados, que recordaban a sus más de 500 compatriotas muertos. Y si bien existía una relación entre el texto y la imagen, el rostro de la niña hablaba de otra historia, que no tenía nada que ver con los personajes retratados. Era como si ella hubiese acabado de sonreír hacía un segundo.
martes, 3 de abril de 2012
02/04/2012 - Juan López y John Ward
Por Jorge Luis Borges
Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los catógrafos, auspiciaba las guerras.
Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los catógrafos, auspiciaba las guerras.
viernes, 30 de marzo de 2012
30/03/2012 - Todo es posible
Por Pablo Sansone
Yo por esa época la pasaba bastante mal en casa. Los fines de semana iba a lo de Lala, mi abuela. Llegaba la cinco de la tarde del viernes y yo sentía la inercia del fin de las pesadillas ¡Es tan vívida esa sensación ahora mismo! Todavía uso ese recuerdo para darle tela a mi imaginación cuando pienso en felicidad y buena suerte.
Una vez me cagó un cóndor. Tenía unos cinco o seis años. Era un sábado de abril y mi abuela Lala me llevó al Parque Pueyrredón.
Podría haber pasado en el Parque Las Heras o la Plaza Francia. Pero no fue en ninguno de esos lugares. Aquí empezó a forjarse el primer eslabón de una cadena del destino que acabó conmigo aquí, escribiendo estas páginas.
jueves, 29 de marzo de 2012
29/03/2012 - Ser rubia en los noventa
Por Carolina Aguirre
Cuando yo era chica, todas las nenas queríamos ser rubias. En esa época, el pelo dorado era la prueba irrefutable de la belleza, un certificado de sensualidad. Barbie era rubia. She-ra era rubia. Mary Ingalls, la Bella Durmiente, Cenicienta, la Pitufina. Salvo Blancanieves, todas las heroínas eran rubias.
Cuando yo era chica, todas las nenas queríamos ser rubias. En esa época, el pelo dorado era la prueba irrefutable de la belleza, un certificado de sensualidad. Barbie era rubia. She-ra era rubia. Mary Ingalls, la Bella Durmiente, Cenicienta, la Pitufina. Salvo Blancanieves, todas las heroínas eran rubias.
miércoles, 28 de marzo de 2012
28/03/2012 - La muerte y la inmortalidad
Por Paul O'Callaghan
El contenido y el significado de la muerte humana se esclarecen en buena medida a partir de la inmortalidad que el hombre espera y proyecta más allá de la muerte. El hombre resiste la muerte con vehemencia no sólo por la natural repugnancia que experimenta ante el sufrimiento, ante la degradación de la vida terrena que precede el trance final, sino más bien por la profunda aspiración que experimenta hacia la inmortalidad, hacia el quedarse para siempre, sentimientos que se desvanecen ante la invasora destrucción que supone la muerte. En el soliloquio To be or not to be, el Hamlet de Shakespeare habla de aquel «pavor de un algo después de la muerte. Una tierra no descubierta, desde la cual ningún caminante ha podido volver». «Y si yo temo el morir», decía Nicolas Malebranche, «esto es porque sé bien lo que voy a perder, y no sé nada de lo que tendré». Toca a la muerte «cambiar la vida en destino», observaba André Malraux.
El contenido y el significado de la muerte humana se esclarecen en buena medida a partir de la inmortalidad que el hombre espera y proyecta más allá de la muerte. El hombre resiste la muerte con vehemencia no sólo por la natural repugnancia que experimenta ante el sufrimiento, ante la degradación de la vida terrena que precede el trance final, sino más bien por la profunda aspiración que experimenta hacia la inmortalidad, hacia el quedarse para siempre, sentimientos que se desvanecen ante la invasora destrucción que supone la muerte. En el soliloquio To be or not to be, el Hamlet de Shakespeare habla de aquel «pavor de un algo después de la muerte. Una tierra no descubierta, desde la cual ningún caminante ha podido volver». «Y si yo temo el morir», decía Nicolas Malebranche, «esto es porque sé bien lo que voy a perder, y no sé nada de lo que tendré». Toca a la muerte «cambiar la vida en destino», observaba André Malraux.
martes, 27 de marzo de 2012
Texto ganador - Todo es posible
Por Pablo Sansone
Una vez me cagó un cóndor. Tenía unos cinco o seis años. Era un sábado de abril y mi abuela Lala me llevó al Parque Pueyrredón.
Podría haber pasado en el Parque Las Heras o la Plaza Francia. Pero no fue en ninguno de esos lugares. Aquí empezó a forjarse el primer eslabón de una cadena del destino que acabó conmigo aquí, escribiendo estas páginas.
27/03/2012 - Psicoanalista
Por Leo Masliah
Antes de cantar la última canción, les quiero contar algunas cosas de un carácter un poco más personal. Yo soy psicoanalista. Es una profesión que adquirí una vez. Y bueno. A veces me gusta ventilar un poco las intimidades de mis pacientes. Por lo menos cuando considero que esto le puede ser útil a otras personas que nos pueda ayudar a aprender de los errores ajenos y en fin, a crecer como seres humanos ¿no? Y bueno, tengo a esta paciente, Teresita se llama, que hace tiempo que ella viene conmigo y parece que dejó con el novio, lo cual a mi me pone muy contento porque este muchacho no era el indicado para ella.
Antes de cantar la última canción, les quiero contar algunas cosas de un carácter un poco más personal. Yo soy psicoanalista. Es una profesión que adquirí una vez. Y bueno. A veces me gusta ventilar un poco las intimidades de mis pacientes. Por lo menos cuando considero que esto le puede ser útil a otras personas que nos pueda ayudar a aprender de los errores ajenos y en fin, a crecer como seres humanos ¿no? Y bueno, tengo a esta paciente, Teresita se llama, que hace tiempo que ella viene conmigo y parece que dejó con el novio, lo cual a mi me pone muy contento porque este muchacho no era el indicado para ella.
lunes, 26 de marzo de 2012
26/03/2012 - 5 diferencias entre la descontrolada y la compuestita
Por Carolina Aguirre
Cuando rompe con alguien (una amiga, un novio, un viejo jefe), la compuestita apuesta al balance. Hace una lista de cosas en las que piensa que él se equivocó y –digna, medida, madura− le pide a él que enumere todas las cosas que ella podría haber mejorado, para poder darle un cierre a la relación, pero también para saber qué cosas debería trabajar en sus futuros vínculos. Su frase de cabecera: “No nos hagamos más daño”
Cuando rompe con alguien (una amiga, un novio, un viejo jefe), la compuestita apuesta al balance. Hace una lista de cosas en las que piensa que él se equivocó y –digna, medida, madura− le pide a él que enumere todas las cosas que ella podría haber mejorado, para poder darle un cierre a la relación, pero también para saber qué cosas debería trabajar en sus futuros vínculos. Su frase de cabecera: “No nos hagamos más daño”
viernes, 23 de marzo de 2012
23/03/2012 - Odio desde la otra vida
Por Roberto Arlt
Fernando sentía la incomodidad de la mirada del árabe, que, sentado a sus espaldas a una mesa de esterilla en el otro extremo de la terraza, no apartaba posiblemente la mirada de su nuca. Sin poderse contener se levantó, y, a riesgo de pasar por un demente a los ojos del otro, se detuvo frente a la mesa del marroquí y le dijo:
-Yo no lo conozco a usted. ¿Por qué me está mirando?
El árabe se puso de pie y, después de saludarlo ritualmente, le dijo:
-Señor, usted perdonará. Me he especializado en ciencias ocultas y soy un hombre sumamente sensible. Cuando yo estaba mirándole la espalda era que estaba viendo sobre su cabeza una gran nube roja. Era el Crimen. Usted en esos momentos estaba pensando en matar a su novia.
Fernando sentía la incomodidad de la mirada del árabe, que, sentado a sus espaldas a una mesa de esterilla en el otro extremo de la terraza, no apartaba posiblemente la mirada de su nuca. Sin poderse contener se levantó, y, a riesgo de pasar por un demente a los ojos del otro, se detuvo frente a la mesa del marroquí y le dijo:
-Yo no lo conozco a usted. ¿Por qué me está mirando?
El árabe se puso de pie y, después de saludarlo ritualmente, le dijo:
-Señor, usted perdonará. Me he especializado en ciencias ocultas y soy un hombre sumamente sensible. Cuando yo estaba mirándole la espalda era que estaba viendo sobre su cabeza una gran nube roja. Era el Crimen. Usted en esos momentos estaba pensando en matar a su novia.
jueves, 22 de marzo de 2012
22/03/2012 - El pescado que se ahogo en el agua
Por Arturo Jauretche
El arroyo de La Cruz había crecido por demás y bajando dejó algunos charcos en la orilla. Por la orilla iba precisamente el comisario de Tero Pelado, al tranquito de su caballo. Era Gumersindo Zapata, a quien no le gustaba mirar de frente y por eso siempre iba rastrillando el suelo con los ojos. Así, rastrillando, vio algo que se movía en un charquito y se apeó. Era una tararira, ese pez redondo, dientudo y espinoso, tan corsario que no deja vivir a otros. Vaya a saber por qué afinidad, Gumersindo les tenía simpatía a las tarariras, de manera que se agachó y alzó a la que estaba en el charco. Montó a caballo, de un galope se llegó a la comisaría, y se hizo traer el tacho donde le lavaba los "pieses" los domingos. Lo llenó de agua y echó dentro a la tararira.
El arroyo de La Cruz había crecido por demás y bajando dejó algunos charcos en la orilla. Por la orilla iba precisamente el comisario de Tero Pelado, al tranquito de su caballo. Era Gumersindo Zapata, a quien no le gustaba mirar de frente y por eso siempre iba rastrillando el suelo con los ojos. Así, rastrillando, vio algo que se movía en un charquito y se apeó. Era una tararira, ese pez redondo, dientudo y espinoso, tan corsario que no deja vivir a otros. Vaya a saber por qué afinidad, Gumersindo les tenía simpatía a las tarariras, de manera que se agachó y alzó a la que estaba en el charco. Montó a caballo, de un galope se llegó a la comisaría, y se hizo traer el tacho donde le lavaba los "pieses" los domingos. Lo llenó de agua y echó dentro a la tararira.
miércoles, 21 de marzo de 2012
21/03/2012 - Con las mujeres no se jode
Por Diego Capusotto
Hoy quiero hablarte a vos, sí. A vos pavote…
A vos que tu papá siempre te dijo que tenías que ser bien macho... y a pesar de ser un putito reprimido te la das de macho pistola y salís por la vida cagando a pobres mujeres, que sólo buscan un poco de amor, para demostrarle al mundo, a tu papá y a tus amigos que sos un macho bien puesto…
A vos te digo que con las minas NO se jode… Porque creeme que no hay nada peor que una mujer despechada, y porque mientras vos te andás haciendo el japi por ahí, la flaquita que cagaste está pensando en un plan siniestro para joderte bien jodida la vida. Y como ya es algo comprobado, esta flaquita, creeme que te va a joder y te va a hacer pagar cada una de las boludeces que te mandaste con ella.
Y te voy a dar algunos ejemplos de mujeres despechadas:
Hoy quiero hablarte a vos, sí. A vos pavote…
A vos que tu papá siempre te dijo que tenías que ser bien macho... y a pesar de ser un putito reprimido te la das de macho pistola y salís por la vida cagando a pobres mujeres, que sólo buscan un poco de amor, para demostrarle al mundo, a tu papá y a tus amigos que sos un macho bien puesto…
A vos te digo que con las minas NO se jode… Porque creeme que no hay nada peor que una mujer despechada, y porque mientras vos te andás haciendo el japi por ahí, la flaquita que cagaste está pensando en un plan siniestro para joderte bien jodida la vida. Y como ya es algo comprobado, esta flaquita, creeme que te va a joder y te va a hacer pagar cada una de las boludeces que te mandaste con ella.
Y te voy a dar algunos ejemplos de mujeres despechadas:
lunes, 19 de marzo de 2012
19/03/2012 - Cualquiera puede cocinar
Por Anton Ego
La vida de un crítico es sencilla en muchos aspectos, arriesgamos poco, y tenemos poder sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su servicio a nuestro juicio, prosperamos con las críticas negativas, divertidas de escribir y de leer; pero la triste verdad que debemos afrontar, es que en el gran orden de las cosas, cualquier basura, tiene más significado que lo que deja ver nuestra crítica. Pero en ocasiones el crítico sí se arriesga cada vez que descubre y defiende algo nuevo. El mundo suele ser cruel con el nuevo talento, las nuevas creaciones, lo nuevo, necesita amigos.
La vida de un crítico es sencilla en muchos aspectos, arriesgamos poco, y tenemos poder sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su servicio a nuestro juicio, prosperamos con las críticas negativas, divertidas de escribir y de leer; pero la triste verdad que debemos afrontar, es que en el gran orden de las cosas, cualquier basura, tiene más significado que lo que deja ver nuestra crítica. Pero en ocasiones el crítico sí se arriesga cada vez que descubre y defiende algo nuevo. El mundo suele ser cruel con el nuevo talento, las nuevas creaciones, lo nuevo, necesita amigos.
jueves, 15 de marzo de 2012
15/03/2012 - Charla de Steve Jobs en Stanford
Por Steve Jobs
Me siento honrado de estar con ustedes hoy en su ceremonia de graduación en una de las mejores universidades del mundo. Yo nunca me gradué de una universidad. La verdad sea dicha, esto es lo más cerca que he estado de una graduación. Hoy deseo contarles tres historias de mi vida. Eso es. No es gran cosa. Sólo tres historias.
Me siento honrado de estar con ustedes hoy en su ceremonia de graduación en una de las mejores universidades del mundo. Yo nunca me gradué de una universidad. La verdad sea dicha, esto es lo más cerca que he estado de una graduación. Hoy deseo contarles tres historias de mi vida. Eso es. No es gran cosa. Sólo tres historias.
martes, 13 de marzo de 2012
13/03/2012 - Botella al mar para el dios de las palabras
Por Gabriel García Márquez
A mis doce años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: Cuidado! El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: Ya vio lo que es el poder de la palabra? Ese día lo supe. Ahora sabemos, ademas, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor, que tenían un dios especial para las palabras.
A mis doce años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: Cuidado! El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: Ya vio lo que es el poder de la palabra? Ese día lo supe. Ahora sabemos, ademas, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor, que tenían un dios especial para las palabras.
lunes, 12 de marzo de 2012
12/03/2012 - El hombre que aprendió a ladrar
Por Mario Benedetti
Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar. No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar. ¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se autoflagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación.
Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar. No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar. ¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se autoflagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación.
domingo, 11 de marzo de 2012
09/03/2012 - Freakonomics
Por Steven D. Levitt y Stephen J.Dubner
El primer secreto a la hora de formular preguntas es determinar si nuestra pregunta es buena. Que no se haya planteado antes, no significa que sea buena. La gente inteligente lleva unos cuantos siglos haciendo preguntas, de modo que seguro que muchas de estas poseen escaso o nulo interés. Pero si somos capaces de preguntar algo que realmente importa a la gente y hallar una respuesta capaz de sorprenderla – es decir, si conseguimos invalidar la sabiduría convencional – entonces podemos darnos por satisfechos. Fue Kenneth Galbraith, el hiperculto experto en economía quien acuño la expresión “sabiduría convencional”.
El primer secreto a la hora de formular preguntas es determinar si nuestra pregunta es buena. Que no se haya planteado antes, no significa que sea buena. La gente inteligente lleva unos cuantos siglos haciendo preguntas, de modo que seguro que muchas de estas poseen escaso o nulo interés. Pero si somos capaces de preguntar algo que realmente importa a la gente y hallar una respuesta capaz de sorprenderla – es decir, si conseguimos invalidar la sabiduría convencional – entonces podemos darnos por satisfechos. Fue Kenneth Galbraith, el hiperculto experto en economía quien acuño la expresión “sabiduría convencional”.
08/03/2012 - La mujer
Por Juan Bosch
La carretera está muerta. Nadie ni nada la resucitará. Larga, infinitamente larga, ni en la piel gris se le ve vida. El sol la mató; el sol de acero, de tan candente al rojo, un rojo que se hizo blanco. Tornose luego transparente el acero blanco, y sigue ahí, sobre el lomo de la carretera.
Debe hacer muchos siglos de su muerte. La desenterraron hombres con picos y palas. Cantaban y picaban; algunos había, sin embargo, que ni cantaban ni picaban. Fue muy largo todo aquello. Se veía que venían de lejos: sudaban, hedían. De tarde el acero blanco se volvía rojo; entonces en los ojos de los hombres que desenterraban la carretera se agitaba una hoguera pequeñita, detrás de las pupilas.
La carretera está muerta. Nadie ni nada la resucitará. Larga, infinitamente larga, ni en la piel gris se le ve vida. El sol la mató; el sol de acero, de tan candente al rojo, un rojo que se hizo blanco. Tornose luego transparente el acero blanco, y sigue ahí, sobre el lomo de la carretera.
Debe hacer muchos siglos de su muerte. La desenterraron hombres con picos y palas. Cantaban y picaban; algunos había, sin embargo, que ni cantaban ni picaban. Fue muy largo todo aquello. Se veía que venían de lejos: sudaban, hedían. De tarde el acero blanco se volvía rojo; entonces en los ojos de los hombres que desenterraban la carretera se agitaba una hoguera pequeñita, detrás de las pupilas.
06/03/2012 - Beatriz, la polución
Por Mario Benedetti
Dijo el tío Rolando que esta ciudad se está poniendo imbancable de tanta polución que tiene. Yo no dije nada para no quedar como burra pero de toda la frase sólo entendí la palabra ciudad. Después fui al diccionario y busqué la palabra imbancable y no está. El domingo, cuando fui a visitar al abuelo le pregunté qué quería decir imbancable y él se ríó y me explicó con buenos modos que quería decir insoportable. Ahí sí comprendí el significado porque Graciela, o sea mi mami, me dice algunas veces, o más bien casi todos los días, por favor Beatriz por favor a veces te pones verdaderamente insoportable.
Dijo el tío Rolando que esta ciudad se está poniendo imbancable de tanta polución que tiene. Yo no dije nada para no quedar como burra pero de toda la frase sólo entendí la palabra ciudad. Después fui al diccionario y busqué la palabra imbancable y no está. El domingo, cuando fui a visitar al abuelo le pregunté qué quería decir imbancable y él se ríó y me explicó con buenos modos que quería decir insoportable. Ahí sí comprendí el significado porque Graciela, o sea mi mami, me dice algunas veces, o más bien casi todos los días, por favor Beatriz por favor a veces te pones verdaderamente insoportable.
05/03/2012 - El Fantasma
Por Enrique Anderson Imbert
Se dio cuenta de que acababa de morirse cuando vio que su propio cuerpo, como si no fuera el suyo sino el de un doble, se desplomaba sobre la silla y la arrastraba en la caída. Cadáver y silla quedaron tendidos sobre la alfombra, en medio de la habitación.
¿Con que eso era la muerte?
Se dio cuenta de que acababa de morirse cuando vio que su propio cuerpo, como si no fuera el suyo sino el de un doble, se desplomaba sobre la silla y la arrastraba en la caída. Cadáver y silla quedaron tendidos sobre la alfombra, en medio de la habitación.
¿Con que eso era la muerte?
jueves, 1 de marzo de 2012
01/03/2012 - El maestro y el alumno
Por Eugenio García González
Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en
forma desafiante le dijo:
- "Profesor, lo que más me alegra de haber terminado sus clases es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburrida"
El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.
Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en
forma desafiante le dijo:
- "Profesor, lo que más me alegra de haber terminado sus clases es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburrida"
El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado.
miércoles, 29 de febrero de 2012
29/02/2012 - Caín
Por José Saramago
Desde la más tierna infancia caín y abel habían sido los mejores amigos, a tal punto llegaban que ni hermanos parecían, donde iba uno, el otro iba también, y todo lo hacían de común acuerdo. El señor los quiso, el señor los juntó, así decían en la aldea las madres celosas, y parecía cierto. Hasta que un día el futuro entendió que ya era hora de manifestarse. Abel tenía su ganado, caín su campo, y, como mandaban la tradición y la obligación religiosa, ofrecieron al señor la primicia de su trabajo, quemando abel la delicada carne de un cordero y caín los productos de la tierra, unas cuantas espigas y simientes.
Desde la más tierna infancia caín y abel habían sido los mejores amigos, a tal punto llegaban que ni hermanos parecían, donde iba uno, el otro iba también, y todo lo hacían de común acuerdo. El señor los quiso, el señor los juntó, así decían en la aldea las madres celosas, y parecía cierto. Hasta que un día el futuro entendió que ya era hora de manifestarse. Abel tenía su ganado, caín su campo, y, como mandaban la tradición y la obligación religiosa, ofrecieron al señor la primicia de su trabajo, quemando abel la delicada carne de un cordero y caín los productos de la tierra, unas cuantas espigas y simientes.
martes, 28 de febrero de 2012
27/02/2012 - La balanza del baño
Por Anónimo
La balanza del baño es como un despertador a la que le ha pasado una aplanadora por encima.
Ser balanza, de esas, es una faena porque solo se te sube encima gente gorda.
Imagínate que manera de empezar el día, te despertás y lo primero que te ocurre es que un gordo en pijama se te sube encima y te mira mal como diciendo "balanza, por tu culpa soy gordo", eso no es justo, ¿que han hecho las balanzas para merecerse eso?
La balanza del baño es como un despertador a la que le ha pasado una aplanadora por encima.
Ser balanza, de esas, es una faena porque solo se te sube encima gente gorda.
Imagínate que manera de empezar el día, te despertás y lo primero que te ocurre es que un gordo en pijama se te sube encima y te mira mal como diciendo "balanza, por tu culpa soy gordo", eso no es justo, ¿que han hecho las balanzas para merecerse eso?
viernes, 24 de febrero de 2012
24/02/2012 - Freakonomics
Por Steven D. Levitt y Stephen J.Dubner
En 1966, un año después de convertirse en el dictador comunista de Rumanía, Nicolai Ceausescu ilegalizó el aborto. "El feto es propiedad de toda la sociedad. Cualquiera que evite tener hijos es un desertor que renuncia a las leyes de la continuidad nacional". Tales grandilocuentes declaraciones eran comunes durante la hegemonía de Ceausescu, porque su plan maestro -crear una nación digna del Nuevo Hombre Socialista- constituía un ejercicio de grandiosidad. Construyó palacios para sí mismo mientras maltrataba y desatendía alternativamente a sus ciudadanos. Al abandonar la agricultura en favor del sector industrial, obligó a gran parte de los habitantes de las zonas rurales a trasladarse a fríos edificios.
En 1966, un año después de convertirse en el dictador comunista de Rumanía, Nicolai Ceausescu ilegalizó el aborto. "El feto es propiedad de toda la sociedad. Cualquiera que evite tener hijos es un desertor que renuncia a las leyes de la continuidad nacional". Tales grandilocuentes declaraciones eran comunes durante la hegemonía de Ceausescu, porque su plan maestro -crear una nación digna del Nuevo Hombre Socialista- constituía un ejercicio de grandiosidad. Construyó palacios para sí mismo mientras maltrataba y desatendía alternativamente a sus ciudadanos. Al abandonar la agricultura en favor del sector industrial, obligó a gran parte de los habitantes de las zonas rurales a trasladarse a fríos edificios.
jueves, 23 de febrero de 2012
23/02/2012 - Despedida
Por David Perugache
Dile al cura que ore por mí. Que voy resignada a encontrar la muerte; ni más faltaba que a mis noventa años le fuera a temer a lo único seguro que tengo. Aunque sí temo que mi muerte sea lenta, que camine más despacio que yo. No sería justo.
Dile también que no se preocupe por las sillas que le faltan a la iglesia, que esas ya las mandé a hacer, que ya adivinaba mi partida y como mujer precavida que soy lo organicé todo.
Dile también que no se preocupe por las sillas que le faltan a la iglesia, que esas ya las mandé a hacer, que ya adivinaba mi partida y como mujer precavida que soy lo organicé todo.
miércoles, 22 de febrero de 2012
22/02/2012 - El crecepelos
Por Anónimo
Aquella tarde, había comprado a una vieja un remedio garantizado al cien por cien. Él no solía confiar en estos productos. Había probado tantos, pero este, le daba una corazonada.
viernes, 17 de febrero de 2012
17/02/2012 - Los dos reyes y los dos laberintos
Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó a construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad de su huésped)
jueves, 16 de febrero de 2012
16/02/2012 - El Padre
Por Héctor Gagliardi
¿Y Negra...te puedo hablar...?
Ya los chicos se han dormido
así que deja tendido
que después te equivocas
y hoy te quiero preguntar
por que motivo las Madres
de la mañana a la tarde
amenazan a sus hijos
con este estribillo fijo:
¡HAY CUANDO VENGA TU PADRE...!
¿Y Negra...te puedo hablar...?
Ya los chicos se han dormido
así que deja tendido
que después te equivocas
y hoy te quiero preguntar
por que motivo las Madres
de la mañana a la tarde
amenazan a sus hijos
con este estribillo fijo:
¡HAY CUANDO VENGA TU PADRE...!
16/02/2012 - Celos
Por Héctor Gagliardi
¿Hasta cuándo - te pregunto- vas a seguir con tus celos
o te crees que vengo a casa, para quererme amargar...?
¡Y no me andés olfateando, que yo no soy ningún perro
si hasta el perfume que llevo, vos misma me lo comprás...!
Y tomá llevate el saco y revisalo a tu gusto
que a lo mejor el pañuelo, tiene una mancha de "rouge"
y te aviso por las dudas, para evitarte el disgusto
que este número que tengo... es del doctor Santa Cruz...!
miércoles, 15 de febrero de 2012
15/02/2012 - Oye chaval
Oye, chaval. Me dice tu hermana que estás cada vez más para allá, y que has perdido el curso, cacho cabrón. Y que encima te estás metiendo de todo. Y digo todo, colega. Alcohol y pastillas, y pastillas y alcohol, y dos paquetes diarios de tabaco a tus diecinueve tacos. Y que has dejado a tu novia, o en realidad es ella la que te ha dejado porque no te aguanta. Y que vuelves a las tantas saltándote semáforos en rojo con una castaña que te cagas, y que las broncas con tu viejo son de órdago, y que pasas de todo. Que pasas de verdad, con ojos de estar allí lejos sin la menor intención de darte de nuevo una vuelta por aquí en el resto de tu puta vida. Suponiendo, dice tu hermana, que te quede mucha puta vida por delante.
martes, 14 de febrero de 2012
14/02/2012 - Amor
Por Anónimo
El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico). Habitualmente, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de emociones, experiencias y actitudes. En el contexto filosófico, el amor es una virtud que representa toda la bondad, compasión y afecto del ser humano. También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en la compasión, o bien como acciones dirigidas hacia otros y basadas en el afecto.
lunes, 13 de febrero de 2012
13/02/2012 - A quien corresponda
Por Martín Caparrós
Digamos que no pudo soportar lo que llamamos latortura. Latortura es una forma barata de llamarlo: gentileza hacia el lector o el interlocutor; una manera de la deferencia o de la cobardía -una agachada. Llamarlo latortura no supone ninguna descripción: no muestra un cuerpo vivo atado de las muñecas a una soga que cuelga del techo y el cuerpo a su vez que cuelga de la soga mientras los brazos se le van estirando, descoyuntando, deshaciendo en el esfuerzo
Digamos que no pudo soportar lo que llamamos latortura. Latortura es una forma barata de llamarlo: gentileza hacia el lector o el interlocutor; una manera de la deferencia o de la cobardía -una agachada. Llamarlo latortura no supone ninguna descripción: no muestra un cuerpo vivo atado de las muñecas a una soga que cuelga del techo y el cuerpo a su vez que cuelga de la soga mientras los brazos se le van estirando, descoyuntando, deshaciendo en el esfuerzo
viernes, 10 de febrero de 2012
10/02/2012 - Mecánica Popular
Por Raymond Carver
Aquel día, temprano, el tiempo cambió y la nieve se deshizo y se volvió agua sucia. Delgados regueros de nieve derretida caían de la pequeña ventana -una ventana abierta a la altura del hombro- que daba al traspatio. Por la calle pasaban coches salpicando. Estaba oscureciendo. Pero también oscurecía dentro de la casa.
jueves, 9 de febrero de 2012
09/02/2012 - Guitarra Negra
Prologo :
Como nadie tiene conciencia del “control” de los manuscritos, y aun
de existir dicha conciencia, ésta no intervendría en mi obra, sino
como referencia simbólica a la licitud de la temática, propongo que
se olvide cada palabra a medida que ella se lea.
miércoles, 8 de febrero de 2012
08/02/2012 - Una breve historia de casi todo
Por Bill Bryson
Bienvenido. Y felicidades. Estoy encantado de que pudieses conseguirlo. Llegar hasta aquí no fue fácil. Lo sé. Y hasta sospecho que fue algo más difícil de lo que tú crees. En primer lugar, para que estés ahora aquí, tuvieron que agruparse de algún modo, de una forma compleja y extrañamente servicial, trillones de átomos errantes. Es una disposición tan especializada y tan particular que nunca se ha intentado antes y que sólo existirá esta vez. Durante los próximos muchos años –tenemos esa esperanza–, estas pequeñas partículas participarán sin queja en todos los miles de millones de habilidosas tareas cooperativas necesarias para mantenerte intacto y permitir que experimentes ese estado tan agradable, pero tan a menudo infravalorado, que se llama existencia.
Bienvenido. Y felicidades. Estoy encantado de que pudieses conseguirlo. Llegar hasta aquí no fue fácil. Lo sé. Y hasta sospecho que fue algo más difícil de lo que tú crees. En primer lugar, para que estés ahora aquí, tuvieron que agruparse de algún modo, de una forma compleja y extrañamente servicial, trillones de átomos errantes. Es una disposición tan especializada y tan particular que nunca se ha intentado antes y que sólo existirá esta vez. Durante los próximos muchos años –tenemos esa esperanza–, estas pequeñas partículas participarán sin queja en todos los miles de millones de habilidosas tareas cooperativas necesarias para mantenerte intacto y permitir que experimentes ese estado tan agradable, pero tan a menudo infravalorado, que se llama existencia.
07/02/2012 - Canelones
Por Hernán Casciari
I.
A las bromas telefónicas las llamábamos ‘cachadas’ y eran tan antiguas como el teléfono. Había una gran variedad de métodos, pero casi todos tenían como objeto molestar a un interlocutor desprevenido; sacarlo de las casillas, desubicarlo. Con el Chiri nos convertimos en expertos cuando promediábamos el secundario. Éramos magos al teléfono. Pero entonces ocurrió una desventura que nos obligó a abandonar el profesionalismo. Una historia que aún hoy nos recuerda que llevamos la maldad dentro del cuerpo.
I.
A las bromas telefónicas las llamábamos ‘cachadas’ y eran tan antiguas como el teléfono. Había una gran variedad de métodos, pero casi todos tenían como objeto molestar a un interlocutor desprevenido; sacarlo de las casillas, desubicarlo. Con el Chiri nos convertimos en expertos cuando promediábamos el secundario. Éramos magos al teléfono. Pero entonces ocurrió una desventura que nos obligó a abandonar el profesionalismo. Una historia que aún hoy nos recuerda que llevamos la maldad dentro del cuerpo.
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